El paranaense Luciano Vicentín, quien integra la selección argentina de vóley, pasó por el programa El Pelotazo de <b>Elonce</b> y comentó acerca de su actualidad como voleibolista profesional y detalles de su carrera.

Respecto a su gran presente, Vicentín dijo: "Estoy contento por lograr mi objetivo de llegar a la selección. Ahora trato de mantenerme y es lo único que tengo en mente, no hay tiempo para pensar".

Argentina venció por 3-0 al mejor del mundo, Italia, en la Liga de Naciones 2023, sobre esto reconoció: "Por ahí no tuve un buen partido, no me sentí muy cómodo. Pero estamos compitiendo en el máximo nivel mundial, si me saldría todo bien sería un fenómeno".

Luego, el jugador de 23 años, se refirió a cómo encaró su sueño en la niñez: "Desde muy chico lo sentí posible, desde que iba a la colonia en el Sindicato de Empleados de Comercio. Yo me decía 'algún día me gustaría estar ahí', es el recuerdo que tengo. Pero fui pasito a pasito hasta llegar al objetivo máximo". Y añadió: "La primera vez con la selección, enfrenté al jugador que tenía de fondo de pantalla en el celular, el cubano Wilfredo León".

Vicentín inició fútbol a los 6 años, mientras practicaba vóley a la par. En cuanto a clubes paranaenses, se desarrolló en Estudiantes y en Paracao. Asimismo, contó que le decía a sus padres que "iba a estudiar profesorado de educación física", en caso de no ser profesional en vóley. "A los 16 años fuimos a jugar con Estudiantes una Liga Nacional, era ahí o nunca, y por suerte se me dio", confesó.

El 2022 fue el año clave para el paranaense en la selección: "Ezequiel Palacios se lesionó en mi posición, que jugaba de titular junto con Facundo Conte. Me tocaba jugar el Mundial de titular, le mandaba mensajes a mi novia y le decía que no podía dormir", indicó el voleibolista. En este sentido, sumó: "Mi familia está para levantarme, pero también para bajarme para no volar demasiado".

El Luchi, como le dicen sus amigos, pasó de jugar en River Plate al Biesko Biala de la Segunda División de Polonia en 2020: "Me costó muchísimo la adaptación, pero me hizo madurar mucho. Era el único extranjero, nadie hablaba inglés y era todo en polaco. Además son fríos, una vez llegué llorando al vestuario y nadie te preguntó si estaba bien".

Actualmente, Vicentín se desempeña en el Friedrichshafen de Alemania y es jugador de la selección, pero no se le caen los anillos si tiene que trabajar cuando visita Paraná: "Estuve atendiendo la tómbola de mi viejo y me reconocieron los vecinos", reveló. Y, por último, cerró: "Varios clientes jugaron el número de mi camiseta".