Patronato y Brown empataron 0-0 este sábado en el inicio de la Primera Nacional para ambos conjuntos, en el estadio Pedro Mutio. El partido se decantó para el Rojinegro en un principio, pero se fue apagando y el tramite terminó siendo desprolijo en general. Los jugadores del Santo manifestaron su perspectiva al final del partido.

En primer lugar, el delantero Nazareno Solís dio su balance: "Fue duro, las pulsaciones están muy altas en un primer partido. Arrancamos con un punto, hay cosas por mejorar pero a medida que nos conozcamos los resultados van a venir".

"Los espacios fueron un poco reducidos, pero hay muchas canchas así, no es excusa. La categoría es difícil, pero si todos tiramos para el mismo lado las cosas van a salir bien", amplió acerca del campo de juego y de la Primera Nacional.

En tanto, Lucas Krupzky, comentó de su dolencia muscular: "Fue solo un calambre, pero salí para que entre uno más fresco". Y se explayó acerca del planteo rival: "Muchos equipos van a jugar así, cerrando el arco y de contra. Hicimos el desgaste y nos faltó claridad". Asimismo, remarcó el "orden del equipo y que siempre es positivo". "Es un sabor amargo, pero estamos tranquilos", destacó.

El atacante Enzo Díaz comentó que el partido "fue una guerra, muy friccionado". "No pudimos tener chances claras. La de Nazareno fue penal, pero la categoría es así, siga siga", acotó acerca de la jugada polémica del partido. Por último, resaltó que "el empate suma y sirve" en un torneo tan largo.

Por su parte, el capitán Sergio Ojeda, dio su perspectiva: "Fuimos superiores, el primer tiempo fue todo nuestro. El segundo tiempo fue difícil de jugarlo. Pero tuvimos situaciones, que es importante, y no pudimos convertir".

"Ellos hicieron un partido lento y enredado, pero no es excusa sino la realidad del partido. No hubo mitad de cancha, lo buscamos pero no fuimos inteligentes. Pero no sufrimos el partido y eso fue beneficioso", cerró.