Los anhelos de River y el cierre del año por ahora transitan caminos separados. La Copa Libertadores se le escurrió de las manos en tres minutos en ese final impensado del duelo ante Flamengo, en Lima. Y el domingo dejó escapar la chance de quedar por primera vez como puntero de esta Superliga al caer 1 a 0 frente a San Lorenzo, en el Monumental. Este viernes, en la final frente a Central Córdoba de Santiago del Estero, se jugará mucho más que la chance de conseguir la tercera Copa Argentina en el ciclo de Marcelo Gallardo, el más ganador de la historia del club con la obtención de siete títulos internacionales y tres nacionales.
Crucial, el resultado frente al conjunto santiagueño parece estar atado a la posibilidad de que River en 2020 pueda pelear seriamente la Superliga. ¿Por qué? Porque una victoria en Mendoza lo depositará de inmediato en la fase de grupos de la Copa Libertadores del año próximo. En cambio, una caída no solo representaría un golpe durísimo por la diferencia de jerarquía y de linaje entre un equipo y otro, sino que además lo obligaría a jugar dos instancias de Repechaje para entrar a la fase de grupos de la Libertadores y por añadidura le restaría chances de luchar por el campeonato local.
Ocurre que en 2020 habrá un calendario muy apretado, que para River comenzará el 19 de enero con el clásico que tiene pendiente ante Independiente y que en caso de ganar le permitirá alcanzar a Argentinos Juniors en la cima de la tabla de posiciones de la Superliga. Entre el 19 de enero y el 1 de marzo, es decir en 41 días, River tendrá que jugar los ocho partidos que le quedan del torneo doméstico. Por eso, evitar los repechajes en la Libertadores será esencial para que pueda jugar todos sus partidos de la Superliga con el equipo titular.
Caso contrario, lo más probable es que los Repechajes de la Libertadores se transformen en su prioridad y que tenga que afrontar varios encuentros del campeonato doméstico con una formación alternativa, lo que ?se supone- le restaría chances de volver a ser campeón local luego de seis años: la última vez fue en 2014, con Ramón Díaz al frente del equipo.
El hecho de que ganar un campeonato local sea una de las cuentas pendientes en el ciclo de Gallardo (la otra, mucho más ambiciosa y compleja de lograr, es conseguir un Mundial de Clubes) es una de las zanahorias que atrajo al técnico para haber confirmado el miércoles su continuidad como técnico del equipo en 2020.
Con Gallardo como entrenador, River obtuvo las ediciones 2016 y 2017 de la Copa Argentina tras superar en las finales a Rosario Central y Atlético Tucumán, respectivamente. Es una competencia que le sienta bien al equipo millonario, que ostenta un invicto de 21 partidos sin caídas en los 90 minutos, con 19 triunfos y dos empates. El año pasado perdió en las semifinales ante Gimnasia y Esgrima La Plata por penales, en Mar del Plata, luego de igualar 2 a 2 en el tiempo reglamentario. La última vez que perdió en los 90 minutos por la Copa Argentina fue frente a Rosario Central, el 3 de julio de 2015, 2 a 0 en San Juan, por los 16avos. de final.
Mendoza y la Copa Argentina es una combinación que hasta ahora le sentó perfecto a River: ganó los cuatro partidos que jugó allí, entre ellos la final 2017 ante Atlético Tucumán, 1 a 0 con un golazo de Ignacio Fernández. Los otros tres encuentros en los que se fue con una sonrisa del estadio Malvinas Argentinas fueron ante Deportivo Morón (3 a 0 por la semifinal de 2017), Sarmiento de Resistencia (3 a 1 por los cuartos de final de 2018) y Almagro (2 a 0 por los cuartos de final de la actual edición).
No solo eso: también en suelo mendocino disfrutó de una de sus principales alegrías de 2018. Allí, el 14 de marzo, le ganó a Boca por 2 a 0 la final de la Supercopa Argentina, la primera de las dos instancias decisivas que jugaron el año pasado: la otra fue la de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid.
Será, en definitiva, uno de esos partidos en los que River tiene mucho para perder y no tanto para ganar. Por historia y por poderío, debería quedarse con la corona. Pero el plantel de Central Córdoba ya avisó que va por el logro más resonante de sus 100 años de vida.