Concluyeron, el viernes pasado, las pruebas de fluidez lectora en los segundos grados de todas las escuelas de la provincia. Las evaluaciones se enmarcan en el Plan Provincial de Alfabetización y brindarán datos que permitirán al Consejo General de Educación (CGE) diseñar estrategias de intervención para mejorar el aprendizaje en alfabetización en cada departamento y escuela.

“La prueba consiste en tomarle la lectura a los alumnos durante un minuto y en tres etapas, comenzando por palabras conocidas, de estructura simple, y después se complejiza; se mide cuántas de esas palabras leen en un minuto. Se repite lo mismo con palabras inventadas -pseudopalabras- y luego con un texto breve. Y al finalizar se les hace una serie de preguntas de comprensión lectora”, explicó a Elonce la directora de Educación Primaria del CGE, Mónica Schoenfeld.

La funcionaria de Educación indicó que “la evaluación se graba y, a posteriori, un grupo de correctores las escucha”. De hecho, reveló que son “más de 45 mil minutos de grabaciones” porque fueron más de 15 mil alumnos los evaluados para las pruebas de fluidez lectora.

“Se pondera la capacidad que tienen los chicos para leer teniendo precisión, entonación y velocidad”, argumentó.

En la oportunidad, Schoenfeld mencionó que en noviembre y diciembre comienza la corrección por parte de 31 personas abocadas a la tarea; y el propósito es contar con los resultados de las pruebas de fluidez lectora en febrero.

Una prueba muestral

“En 2022 se hizo una prueba para evaluar la herramienta y, al año siguiente, una prueba muestral que incluyó a Paraná, La Paz, Concordia, Uruguay y Gualeguay en el 50% de los chicos de las escuelas que se iban a evaluar”, comunicó.

Según reveló Schoenfeld, la muestra previa a las pruebas de fluidez lectora reveló que “el porcentaje de niños que tenía fluidez lectora avanzada y experta no llegaba al 20%”.

“Se aspira a que ese porcentaje sea mayor porque la fluidez lectora es el puntapié inicial para asegurar que los alumnos adquieran la comprensión lectora en 3º”, señaló en diálogo con Nunca es tarde, el programa que se emite por Elonce.

De igual manera, funcionaria de Educación aclaró que los resultados de la prueba muestral están atravesados por la pandemia “porque son niños que no hicieron el Nivel Inicial con la presencia de un docente”. Es más, remarcó que “está comprobado que los niños aprenden a leer con un adulto con el que están leyendo”.

“La fluidez lectora implica práctica de lectura”

En la ocasión, la directora de Educación Primaria del CGE descartó diferencias de fluidez lectora entre alumnos de escuelas públicas y privadas.

“Los chicos manejan mucho el celular pero ese es un dispositivo de símbolos y no están obligados a leer porque no aparece la palabra escrita, sino, emojis”, comparó Schoenfeld. Y agregó: “Los docentes tienen muchas herramientas disponibles para niños con dislexia; hay recursos tecnológicos para adaptar textos a lectura fácil, que las palabras claves aparezcan en negrita, pero a los niños se les dificulta un poco más”.

“La fluidez lectora implica práctica de lectura”, sentenció y fundamentó: “Los niños, en la primera etapa de la escuela, deben aprender el principio alfabético, la conciencia fonológica; y una vez adquirido, después se trata de practicar. Lo mismo ocurre con la oralidad: a mayor práctica, la energía cognitiva estará destinada a interpretar o comprender el texto, pero, hoy, muchos chicos gastan energía en deletrear, lo cual está asociado a la falta de práctica”.