En un clásico apasionante, vibrante y cambiante, Platense se hizo fuerte en su casa y le ganó a Argentinos por 2-1 para hacer festejar a todo Vicente López. Pese al gol desde el vestuario que recibió, el local pudo reponerse a las adversidades y dio vuelta el resultado -por primera vez en lo que va de la Liga Profesional-, extendiendo una racha de seis partidos sin derrotas.
El visitante salió con todo y dio el primer golpe de entrada, sin siquiera dejarle afianzarse en el campo de juego al Marrón: Nicolás Oroz no perdonó en la primera que tuvo y a los 7 minutos del inicio del partido vacunó con un zurdazo al primer palo que engañó a Juan Pablo Cozzani, quien la esperaba cruzada.
Desde ese entonces, las emociones marcaron la pauta de un clásico de ida y vuelta y con ocasiones para los dos lados. A los 27´, tras una falta clara de Tomás Molina a Guido Mainero en el área, Mateo Pellegrino hizo gala de la sobriedad y cambió penal por gol con una definición exquisita para hacer estallar de alegría a Vicente López.
Y cuando se empezaba a cerrar el telón de la primera etapa, Platense no se conformó con el empate y aprovechó una contra para dar vuelta la historia: Pellegrino asistió de larga distancia a Mainero y el otro delantero del Calamar, lejos de temblarle el pulso, le metió todo el borde externo del pie derecho a la pelota para clavarla en el ángulo y poner el 2-1.
Luego, con la expulsión de Carlos Villalba cuando el reloj marcó 71 minutos del complemento, el Calamar se puso el traje de la resistencia y aguantó las embestidas del Bicho para celebrar en el clásico y estirar su buen momento.