El 1° de febrero, Lautaro Meglio, de 24 años, se dirigía a trabajar en el frigorífico Alberdi de Oro Verde cuando sufrió un grave accidente en Avenida Zanni. La colisión con una camioneta Toyota Hilux, conducida por Shirley Pesoa, de 37 años, dejó a Lautaro con lesiones severas, y falleció horas después en el hospital San Martín de Paraná. El accidente ocurrió cuando Pesoa realizó un giro a la izquierda hacia la calle Juan Manuel Blanes.
La fiscalía y la parte querellante argumentan que la imprudencia recae en la conductora, ya que en su maniobra cruzó el carril contrario, donde Lautaro circulaba. Según la normativa, el giro a la izquierda requiere que el conductor se detenga y asegure que el camino esté libre. Sin embargo, la defensa sostiene que Lautaro iba a 85 km/h, superando el límite permitido en áreas urbanas, lo que le habría impedido evitar el choque.
A ocho meses del incidente, la fiscal Patricia Yedro y la abogada querellante Cintya Rau solicitaron a la jueza Paola Firpo llevar el caso a juicio. Yedro señaló que el accidente ocurrió a las 4 de la mañana y que se comprobó que Pesoa había consumido cocaína y marihuana, acusándola de homicidio culposo imprudente, con una pena potencial de 3 a 6 años de prisión.
Por su parte, la querella busca que se califique el hecho como homicidio simple con dolo eventual, lo que implicaría una pena de hasta 8 años. El abogado defensor, Humberto Franchi, solicitó el sobreseimiento de su clienta o una suspensión del juicio a prueba, argumentando que las evidencias recabadas en la investigación no son concluyentes.
Franchi destacó que se opone a la imputación de dolo eventual, ya que considera que no fue acusada de este delito anteriormente. Además, cuestionó la falta de una contraprueba sobre los niveles de estupefacientes en el organismo de Pesoa y solicitó revisar la cadena de custodia de la evidencia.
El abogado argumentó que el verdadero motivo del accidente fue el exceso de velocidad de Lautaro, lo que le impidió realizar una maniobra evasiva. Por lo tanto, sugirió que la culpa recaía en la víctima y propuso la posibilidad de mediación o una suspensión del juicio a prueba como alternativas. La jueza Firpo se encuentra en proceso de analizar los planteamientos antes de tomar una decisión. (UNO)