A pesar de que ya no forme parte del mundo Boca, Franco Soldano volvió a quedar en el centro de la escena por sus declaraciones en relación con lo que fue su cuestionado paso por el Xeneize, donde, según él, si le faltaron goles fue porque no abundaron las chances para hacerlos.
"Me faltaron goles, pero yo te puedo decir que me faltaron situaciones más que goles", arrancó el centrodelantero, ahora nuevamente del Olympiacos de Grecia, autor de cinco tantos en 51 partidos oficiales con la camiseta de Boca. Y siguió: "Yo me puedo defender preguntándote cuántos goles erré. Vamos a la estadística y me vas a dar la razón. Me vas a decir 'sí, erraste cuatro mano a mano nomás'. Cuatro mano a mano en dos años es nada. Son tan pocos que los tengo acá (dijo señalándose la cabeza) los cinco o seis mano a mano que erré. Uno con Racing, uno con Libertad de Paraguay. No es que erré 20 goles abajo del arco".
Soldano considera que muchas veces fue cuestionado sin sustento, y no sólo por los hinchas: "No fueron los mejores años de la historia de Boca, pero tampoco nos fue mal. Ganamos dos torneos locales, jugábamos todas Semifinales de Libertadores. Yo creo que quizá por mi poco perfil mediático muchas veces se me pegó de más. Boca ganaba 4 a 0 y los decían 'Boca gana pero el 9 sigue sin hacer goles'. Perdíamos y decían 'Boca perdió y el 9 sigue sin hacer goles'. Muchas veces me daba risa: no jugaba y también era culpa mía".
Intentando desmitificar esa máxima, el 9, cordobés de nacimiento pero sunchalense de corazón, lanzó una declaración que hizo ruido en mucho ruido en el club, sobre todo puertas adentro: "Hoy veo las estadísticas y Boca hace no sé cuántos partidos que no hace un gol o que no patea al arco, y yo ya no estoy más en el club como para que me echen la culpa. Entonces analicemos cuál es el problema; no sé si el problema era yo".
Además habló de Tevez y de Riquelme y de lo que significó cada uno de ellos para él mientras estuvo en la institución. "Carlos era un ejemplo. Un ejemplo de profesional, de cómo recuperarse post partido y querer jugar a los tres días teniendo ya una vida hecha y habiendo jugado las mayores competencias que un futbolistas puede jugar. Se quedaba trabajando en el gimnasio, se cuidaba en la alimentación. Pasó momentos familiares durísimos y él siempre se hizo presente. Para mí es un ejemplo", aseguró. Y acto seguido dio su opinión del Juan Román dirigente: "Es una persona que como dirigente es igual como era de jugador. Habla poco pero por ahí hace mucho estando callado. Por ahí no bajaba al vestuario a hablar con nosotros pero teníamos un partido importante que lo sacábamos adelante y te llegaba un mensaje suyo. Te llegaba con las palabras justas. No necesita hablar mucho para hacer sentir cómodo al resto. Y como dirigente tiene errores y aciertos, como todos".