Sociedad En la costanera de Posadas

Pescó un dorado de más de 20 kilos con pequeño señuelo y lo devolvió al río Paraná

“Es una cosa de locos, mirá lo que es la cola “, exclamó con una sonrisa de oreja a oreja. Un ejemplo para imitar, es lo que vino después cuando Ulises sacó el señuelo de la boca del pez y lo volvió a liberar en el agua.

27 de Septiembre de 2024
Pescó un enorme dorado Elonce/instagram Primera Edición

Pescó dorado de más de 20 kilos. Son muchos los pescadores aficionados y “pro” que llegan a orillas del extenso río en Posadas para practicar la pesca. Esta actividad trae paz, momentos de tranquilidad y disfrute a quienes la realizan en medio de una ciudad ruidosa, y muchas veces turbulenta en el día a día.

 

Las orillas del Paraná se convierten en un refugio para aquellos que buscan desconectar del estrés cotidiano y disfrutar de la naturaleza.

 

 

El dorado de 20 kilos

Uno de los que pesca habitualmente es Ulises Gauto, un joven que es el protagonista de esta breve historia.

 

Con un pequeño señuelo, el habitual pescador logró capturar un dorado de más de 20 kilos (según sus palabras) y de unos 110 centímetros de largo.

 

Así como Ulises, otros practicantes de la actividad y también los curiosos se acercaron alegres y sorprendidos al ver semejante ejemplar en los brazos del joven. La captura de un dorado de este tamaño no es común y rápidamente se convirtió en el centro de atención de la jornada.

 

 

Un momento memorable en el río

El momento único fue propicio para que el pescador posara con el dorado. “¡Es una cosa de locos, mirá lo que es la cola!“, exclamó con una sonrisa de oreja a oreja, mientras sostenía el pez.

 

La alegría y el asombro eran evidentes en su rostro, reflejando la emoción que sienten muchos pescadores cuando logran una captura significativa. Para Ulises, no solo fue un triunfo personal, sino también una oportunidad de compartir la felicidad con otros, convirtiendo un simple día de pesca en una celebración.

 

Las reacciones de quienes estaban presentes no se hicieron esperar. Los aplausos y gritos de admiración llenaron el aire, creando un ambiente festivo en la orilla del río.

 

 

 

Un ejemplo a imitar

Lo más generoso, y un ejemplo para imitar, es lo que vino después cuando Ulises sacó el señuelo de la boca del “rey del Paraná” y lo volvió a liberar en el agua: “Andate, gracias, gracias”, se despidió el joven del pez, que se perdió coleteando en la noche posadeña en medio de aplausos.

 

Este acto de liberación es fundamental en la pesca responsable, y Ulises se erige como un modelo a seguir para los nuevos pescadores, demostrando que el respeto por el medio ambiente y las especies es tan importante como la emoción de la captura.

 

Fuente: Primera Edición

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