Gustavo Alfaro asumió el desafío de transformar a una Selección de Paraguay sumida en una profunda crisis. Antes de su llegada, el equipo solo había cosechado una victoria, dos empates y tres derrotas. Sin embargo, en solo cuatro partidos, el entrenador argentino logró revitalizar al conjunto guaraní, que desde entonces ha sumado dos victorias (ante Venezuela y Brasil) y dos empates (con Uruguay y Ecuador).
El rafaelino de 62 años tomó las riendas de la Albirroja luego de su renuncia al cargo en Costa Rica, y se convirtió en el cuarto técnico argentino que intentó la Asociación Paraguaya de Fútbol luego de los fallidos pasos de Eduardo Berizzo, Guillermo Barros Schelotto y Daniel Garnero. A diferencia de sus antecesores, Alfaro imprimió un quiebre en el estilo de juego de la selección paraguaya, alejándose de la búsqueda de un fútbol ofensivo y apostando por una estructura más sólida en defensa, un estilo que recuerda a los mejores momentos de la selección en la década pasada.
Un cambio de estilo que dio frutos inmediatos
El trabajo de Alfaro comenzó a dar resultados de inmediato, y rápidamente logró meter a Paraguay en zona de clasificación para el próximo Mundial. La victoria por 1-0 ante Brasil fue el logro más destacado de su ciclo, un triunfo de gran jerarquía tanto por el rival como por la forma en que Paraguay se llevó los tres puntos con solvencia como local. Esta victoria marcó un cambio significativo en la mentalidad de la selección, que encontró nuevamente la solidez defensiva que había sido clave en sus éxitos pasados.
La Selección de Paraguay había tenido un paso para el olvido en la última Copa América, donde quedó última en el grupo D, con cero puntos en tres partidos, enfrentando a Brasil, Costa Rica y Colombia. Este mal rendimiento y un arranque flojo en las Eliminatorias llevaron a la APF a buscar un cambio de rumbo con la llegada de Alfaro. Ahora, tras una racha de buenos resultados, la Albirroja se prepara para enfrentar a Argentina en un momento de recuperación.
Alfaro cuenta con una lista de convocados en la que sobresalen jugadores que militan en el extranjero, pero también varios futbolistas que actúan en la liga local. El único jugador de la Primera División paraguaya que integrará la nómina es César Olmedo, defensor de Olimpia. Entre los nombres más destacados se encuentran Diego Gómez, volante de Inter Miami y compañero de Lionel Messi, el delantero de Torino Antonio Sanabria, goleador del ciclo de Alfaro, y el extremo Ramón Sosa, ex-Talleres y actual jugador del Nottingham Forest.
También figuran en la lista Julio Enciso, de Brighton, y Miguel Almirón, del Newcastle. Varios de los convocados militan en la Liga Profesional argentina, como el arquero Juan Espínola, de Belgrano, los defensores Gustavo Velázquez y Saúl Salcedo, de Newell’s, y Agustín Sández, de Rosario Central. Además, completan la lista Santiago Arzamendia (Estudiantes), Juan Cáceres (Lanús) y Matías Galarza (Talleres), quienes aportarán experiencia y competitividad al equipo en el crucial enfrentamiento contra la selección argentina.