La lluvia pudo más que las ganas de los protagonistas y los hinchas: al final, la realización del partido entre River y Quilmes en el Monumental debió ser postegada. El temporal de agua y viento que golpeó a la ciudad de Buenos Aires después de las 17 perjudicó el estado del campo de juego, que sufrió una abundante caída de precipitaciones. Así, el debut del equipo de Marcelo Gallardo quedó en suspenso.
Alrededor de las 18.45, el árbitro Fernando Rapallini pisó por segunda vez el césped y encontró lagunas por todas partes. "Hay agua debajo del césped, algo que no se ve en televisión", dijo el árbitro al volver al vestuario. Media hora más tarde, explicaba en la transmisión de El Trece lo que se veía venir: que en esas condiciones era imposible que se jugara el partido. Así, la suspensión pareció lo más adecuado.
Jugarán este lunes a las 19.