La llegada de Daniel Osvaldo a Boca mezcló lo futbolístico con el espectáculo, su mujer Jimena Barón en los programas top de la TV y él haciendo goles en la Bombonera, la pasión del delantero por el rock y sus encontronazos con Desábato y compañía, el look y la mirada ajena.
Todo eso hizo que el futbolista que volvía al país tras su paso por Europa se convirtiera en tapa de revistas no sólo sobre fútbol sino de actualidad general. Y todo eso explotó internamente en su cabeza cuando ocurrió su separación. Algo que no pudo manejar y que lo llevó a alejarse de Boca.
Al menos, así lo lo explicó el mismo Danistone. "A nivel psicológico no me sentía cómodo y sentía que podía ser un mal para el club. Yo era jugador de Boca y todo ese acoso se venía encima mío, del plantel y también del club. Sentí que lo mejor para todos era que me fuera. Quería jugar en Boca porque soy hincha pero no me banqué psicológicamente todo el acoso mediático que vino después", reconoció apelando a una brutal sinceridad.
Autocrítico, Osvaldo mostró su arrepentimiento por algunas cosas. "Lo que viví me sirve como experiencia. Hay cosas que hice pensando que no estaban mal pero que no las volvería a hacer, como producciones para tapas de revistas y otras cosas que podría haber evitado. No lo hacía para figurar sino porque no me daba cuenta. Pero vi que eso me jugó en contra para seguir en Boca", explicó.
Más allá de lo que ocurría fuera de la cancha, el actual delantero del Porto aclaró que sólo tiene palabras de agradecimiento para lo que rodea a Boca: "Yo cuando entraba al vestuario y a la Bombonera era el hombre más feliz del mundo. En Boca me trataron como en ningún otro club. Siempre voy a estar agradecido. Extraño y me cuesta mirar los partidos porque me dan ganas de estar ahí. Hablo con los chicos, con el cuerpo técnico, todos me han tratado de diez. Cuando tuve problemas personales me brindaron todo su apoyo. Me dio bronca irme porque estaba muy contento ahí".
Osvaldo manifestó sus ganas de continuar en el club. "La verdad es que me quedé con ganas de seguir y por eso me gustaría volver algún día. Tendré que ser un poco más fuerte de la cabeza y saber lo que se viene y aguantar. Tendré que no darle importancia a algunas cosas. Seguramente será difícil que vuelva a dar una nota, je...",señaló.
El futbolista se mostró contento por lo cerca que se encuentra el equipo de dar la vuelta olímpica en el torneo local. "Es mérito de los jugadores y del cuerpo técnico, sobre todo la segunda parte del torneo. Hicieron un esfuerzo bárbaro, un trabajo tremendo. Yo participé en el inicio pero lo más difícil lo hicieron ellos. Ojalá que puedan coronarlo con este campeonato. Será merecido".
A la hora de recordar aquella serie con River por la Libertadores, no se mostró molesto por no haber sido titular en el Monumental. "A la cancha entran 11 y el Vasco decidió que jugara Jony (Calleri). El venía jugando muy bien. Si hacía un gol, todos iban a decir que el Vasco era el mejor técnico del mundo. El fútbol es así. Un centímetro afuera o adentro y cambia todo. Si yo jugaba nadie aseguraba que podía convertir", explicó. Y con relación a la revancha y el episodio del gas pimienta, lanzó: "No me hagan acordar de eso que estoy cerca de un balcón y me tiro, je... La verdad es que al mirar esas situaciones, que son ajenas a uno y que siguen pasando, uno dice 'la puta madre qué hago acá'. Te quita mucha energía. Pero bueno, es lo que hay...".
Osvaldo admitió que Tevez le pidió que se quedara: "Carlos me decía eso en un principio. Yo tenía muchas ganas pero siendo mi amigo entendió mi situación y que lo mejor era que me fuera".