Si bien Boca logró su cometido de sumar de a tres y alejarse en lo más alto del Campeonato de Primera División (quedó a seis de su escolta con nueve unidades en juego), la tensión estuvo instalada como consecuencia de lo mucho que le costó superar a un Crucero del Norte que terminó descendiendo. Tal es así que el propio Rodolfo Arruabarrena supo reconocer el temor que vivió y hasta admitió: "El resultado era una mínima diferencia, cualquier error podía hacer perder dos puntos importantes".

Y ese error ocurrió, aunque contaron con la fortuna de que no fue advertido por el juez de turno, Mauro Vigliano. Fue en el inicio del complemento, cuando Daniel Díaz le aplicó un descalificador planchazo en el pecho a Maximiliano Oliva dentro del área que debió terminar en penal.

Luego de que la imagen recorriera todos los rincones, el propio defensor del Colectivero relató lo sucedido: "Fue en los primeros minutos del segundo tiempo, creo que el Cata se ve sorprendido porque llego a la pelota y termino recibiendo la plancha que todos ven. Tengo los tapones marcados en el pecho. Son cuatro".

"Le dije a Vigliano. También hay una realidad. Que te cobren un penal en cancha de Boca, ellos punteros, peleando el torneo y nosotros siendo Crucero es muy difícil. Después del partido le dije que se había equivocado y que en la tele iba a ver que había sido penal. Me dijo que no lo vio, que para él no era. No le pareció", reveló el marcador del conjunto misionero.

Para cerrar, también recayó sobre el asistente: "El línea no dijo nada. Creo que por la posición mía no la ve. Después veo la repetición en la tele y Vigliano está de frente a la jugada, es imposible que no haya visto el planchazo. Pero bueno. Creo que si cobraba un penal a favor del Crucero del Norte se venía la Bombonera abajo".