El gobierno de Santa Fe fijó en 10 millones de pesos la recompensa para las personas que aporten información y datos fehacientes sobre el paradero de José Mauricio Maturano, quien registra orden de captura por el asesinato de Marcos Daloia, colectivero de la línea K que falleció en marzo de este año. Fue uno de los cuatro crímenes de trabajadores cometidos en una misma semana en la ciudad de Rosario.
Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad provincial resaltaron que la identidad de quienes brinden información y de quienes sean adjudicatarios de la recompensa será mantenida en secreto antes, durante y después de finalizada la investigación y el proceso judicial.
Además, señalaron que el pago de la suma fijada será abonado previo informe del representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y de la Dirección Provincial de Protección de Testigos en relación al mérito de la misma.
Cómo aportar datos sobre el crimen
La información y los datos relativos a la causa deberán ser aportados en cualquiera de las sedes de las fiscalías regionales del MPA.
Desde la cartera enumeraron que las mismas son la Fiscalía Regional N° 1 (General López 3302, Santa Fe), la Fiscalía Regional N° 2 (Sarmiento 2850, Rosario), la Fiscalía Regional N° 3 (Alvear 675, Venado Tuerto), la Fiscalía Regional N° 4 (Iriondo 553, Reconquista) y la Fiscalía Regional N° 5 (Necochea 44, Rafaela).
El crimen del colectivero de la línea K
Marcos Daloia tenía 39 años y trabajaba en la empresa de transporte público desde hacía seis años. Era padre de tres hijos y vivía en la zona oeste de la ciudad. El chofer de la línea K fue atacado a balazos el 7 de marzo de este año, en la intersección de Mendoza y México.
El crimen de Daloia se dio en el marco de una secuencia de hechos de narcoterrorismo ocurridos en los días subsiguientes y que tuvieron como víctimas a otros tres trabajadores, personas que fueron ultimadas a sangre fría en represalias por la decisión del gobierno provincial de agravar las condiciones de detención de los presos de alto perfil.
La semana pasada, se entregó Axel Ignacio Herrera, 19 años, quien supuestamente fue el autor del hecho. Lo hizo tras la presión de su familia y el consejo de un pastor evangélico.