Nueva Zelanda cumplió el trámite ante la débil Namibia, a la que derrotó por 58-12 en el Estadio Olímpico de Londres, en un encuentro correspondiente al grupo C del Mundial, del que también forman parte Los Pumas.
Pese a que comenzaron el encuentro con un equipo de suplentes, con 12 cambios respecto al conjunto que había derrotado a Los Pumas por 26-16 en el debut, los campeones del mundo no tuvieron problemas para barrer a los africanos, que ostentan el récord de la mayor derrota en la historia de los Mundiales (142-0 contra Australia en 2003).
El apertura Beauden Barrett, con 18 puntos (un try, cinco conversiones y un penal), fue el máximo anotador de los neozelandeses, en un duelo en el que los wings Nehe Milner-Skudder y Julian Savea se destacaron con dos tries cada uno. Los nueve tries logrados permitieron que los All Blacks consiguieran holgadamente el punto bonus ofensivo, que se concede al equipo que logre cuatro o más.
De todas maneras, el momento más estremecedor del encuentro se produjo a los 11 minutos del segundo tiempo, cuando el centro Johan Deysel apoyó un try para el conjunto perdedor, lo que provocó una estruendosa ovación en el estadio. La diferencia de potencial entre ambos equipos había hecho que cada vez que los namibios intentaban un avance, el público expresara su apoyo al equipo africano.
Con dos victorias en dos partidos, después de ganar el domingo a Argentina en el debut en Wembley, los All Blacks lideran el grupo C con nueve puntos, seguidos de Georgia, con cuatro, tras su victoria en el primer partido contra Tonga, que reúne una unidad. Los Pumas, que el viernes se miden con los georgianos, aún no tienen puntos, al igual que Namibia.