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Morales, el capitán del barco, que mantuvo a Gimnasia de La Plata en Primera

El defensor entrerriano del Lobo platense estuvo en el programa "El Pelotazo", donde recordó la el partido que jugó su equipo por la permanencia que decretó el descenso de Colón a la Primera Nacional. Además, se refirió a otras cuestiones.

28 de Diciembre de 2023

El defensor de Gimnasia de La Plata, Leonardo Morales, estuvo en el programa "El Pelotazo" que se emite por Elonce, y recordó el partido que decretó la permanencia del Lobo platense en Primera División: "Fue durísimo, me salieron canas, no me quedé pelado, no sé cómo no me separé. Justamente la familia que absorbe todo, porque yo lo vivo con mucha pasión, no quería perder todo lo que he logrado y me ha costado. Sabía que, si nos íbamos al descenso, es más complicado volver y si quería seguir en primera me tendría que ir de Gimnasia y la verdad que estoy bien ahí. Entonces, son muchas cosas que se te cruzan por la cabeza, por eso, también el desahogo al final del partido".

 

Asimismo, el entrerriano valoró el acompañamiento continúo y necesario de sus seres queridos para estar fuerte en esos momentos complicados que le tocó atravesar durante la temporada con el equipo. "Es una situación difícil por eso siempre recalco el apoyo de la familia, de los amigos y demás en los malos momentos. Creo que te tenés que llevar con gente que realmente sea positiva para salir del momento, y después obviamente cada uno aportar el sacrificio propio, que tarde o temprano va a dar sus frutos".

 

"Sé lo que es bajar de categoría (de Patronato a Santamarina de Tandil) por eso estoy orgulloso de haber logrado la permanencia y no me conformo con nada, siempre quiero ir por más, quiero seguir mejorando y aprendiendo", destacó el "Yacaré" que contó que tras el partido desempate, ya de vacaciones, decidió comenzar la semana en el gimnasio "muchos me decían que descanse, pero yo siento que eso me ayuda por eso voy siempre por más".

 

Fue un año cargado de emociones donde el descenso fue un torneo aparte con un grupo importante de equipos que pelearon hasta las últimas fechas de la Copa de la Liga. Era la primera vez para Leo pelear por la permanencia siendo capitán del equipo, ya que había atravesado una situación similar con Santamarina. "En ese momento zafamos en el desempate, no era tan complicado como ahora. Contra Colón era un partido difícil, que sinceramente pensé que íbamos a estar muy complicados".

 

"Además siendo capitán uno tiene que mantenerse fuerte, tranquilo para transmitir esa imagen al resto, sobre todo a los más chicos que son muchos los que integran el plantel. Internamente yo estaba preocupado, angustiado, pero no lo hacía saber hasta el final que ahí largué todo", sostuvo.

 

Previo a iniciar su camino futbolístico, Leo se perfeccionó y se convirtió en guardavidas e hizo temporadas en el mar de San Clemente y en las aguas del río Paraná en Villa Urquiza.

 

"En ese entonces es como que había colgado los botines y ni lo pensaba", recordó. En el 2011, con 20 años se le volvió a abrir el mundo futbolístico de la mano de Fabricio Petty Altamirano "me lleva a Deportivo Tabossi y ahí empieza toda la carrera impensada que tengo hasta hoy".

 

Justamente en su primera participación con la institución de Paraná Campaña fue que se coronó campeón de la Copa Challenger. "Cuando salimos campeones con Tabossi le pedí una foto a Mancuello porque para mí siempre fue un ídolo y se lo dije", manifestó. Su amistad con José Luis Mancuello lo derivó en Belgrano para jugar el Torneo Federal B, luego a la B Nacional con Atlético Paraná, con Mancuello de ayudante de campo.

 

Luego le llegó la gran oportunidad de pegar el salto a la primera división con Patronato, donde fue relegado y no tenido en cuenta por el entonces entrenador Juan Pablo Pumpido. "Siempre me quedó la espina de no poder debutar en Patronato. En ese momento el entrenador me dijo que no estaba capacitado para primera división, entonces hoy estoy contento de poder demostrarle que sí lo estaba y solo faltaba que me diera la chance", recalcó.

 

El salto se dio tras su paso por Santamarina y de la mano de Darío Indio Ortiz, quien lo conocía de Atlético Paraná. "Estando en Tandil me empecé a dar cuenta que estaba en un buen momento futbolístico y que estaba para más. Y cuando me lleva el Indio se concretó eso que tanto estaba esperando. Me puse contento cuando me llamó y me dio esa segunda chance de jugar en primera".

 

La etapa de futbolista amateur-profesional comenzó desde grande, a los 22 años como lateral derecho y con el tiempo se movió hacia la saga central. "En Santamarina jugué unas fechas en esa posición, pero en Gimnasia el Indio me dio esa continuidad y me adapté".

 

Empezó con 22 años y ese número lo siguió en gran parte de su carrera. En el Patrón le asignaron la camiseta 22 y en Gimnasia se volvió a repetir. "Parece loco, pero es como la ley de atracción, yo creo mucho en esas cosas. Digo que son la vuelta de la vida, es creer o reventar. El 22 es como que estaba marcado, o quiero creer, no sé", contó.

 

"Desde que llegué a Gimnasia fue un cambio notorio en mi carrera. Me han pasado grandes cosas, grandes momentos, así que nada, disfruto cada momento y ojalá sigamos por este camino", señaló.

 

Es el cuarto año de Morales y su familia en la capital de Buenos Aires, donde ya se siente como uno más. "La verdad estoy cómodo, al principio costó adaptarme porque estaba en la ciudad y tenía que hacer 40 minutos para ir a entrenar, pero ahora estoy más alejado de la ciudad, en la localidad de Gonnet, y es más tranquilo".

 

"Disfruto mucho porque la gente realmente me quiere bastante, me hace sentir el cariño, hasta los hinchas de Estudiantes también. La gente, los hinchas me agarraron más cariño cuando me quedé en el mal momento de Gimnasia", contó.

 

Su predisposición, sus actuaciones y férrea defensa de la camiseta lo llevaron a ser uno de los referentes y capitán del equipo. "Siempre sentí que no me podía ir en un mal momento como el que pasamos, cuando habían sido ellos los que me dieron la oportunidad de debutar en primera división", contó en entrerriano.

 

Y agregó: "Además me pasaron cosas muy buenas desde que estoy en La Plata. Me dirigió Maradona, nació mi hijo, entonces me han pasado grandes cosas, que La Plata me sienta bien. Hoy estoy feliz en ese lugar".

 

"La experiencia te va dando distintas formas de manejar la presión. Hay una persona, Fernando Gieco, coach deportivo, al cual le estoy agradecido porque me ayudó mucho desde que estuve en Belgrano y nos ayudó ahora en Gimnasia. Me brindó muchos consejos y métodos para aislarnos del resto, para confiar en los compañeros y ayudó muchísimo", destacó.

 

<b>Futuro entrenador</b>

 

 

 

Con 32 años, y todavía con un par de años por jugar, Leo se prepara para el futuro con el curso de director técnico. "Soy medio duro con el estudio, pero lo estoy haciendo con ganas para el día de mañana poder tener mi escuelita de fútbol para los más chicos y ayudarlos a salir adelante", sostuvo.

 

"Apuesto más que nada a mi pueblo, pero es una realidad que son pocos los chicos que hay en Villa Urquiza, entonces hasta hoy no sé dónde me voy a radicar. La idea es volver, porque la familia tira para pegar la vuelta, pero en La Plata también me siento cómodo".

 

<b>Maradona</b>

 

 

 

Leo Morales se dio el placer de disfrutar de Diego Armando como entrenador y como un amigo, por la gran amistad que formó con el plantel de Gimnasia durante sus últimos años de vida. "Nunca lo soñé y se me dio. Es un orgullo que me haya dirigido", destacó

 

"Tuvimos grande vivencia como ir a todas las canchas y que lo homenajeen en todos lados. Viajé en avión por primera vez junto con él, comimos juntos. Era una persona muy motivadora, de él me quedó la humildad que manejaba pese a todo lo que significó para el país y el mundo como deportista, como la leyenda que fue y es", contó.

 

Y recordó: "Él quería que todos los días cuando llegábamos a entrenar que lo saludemos con un beso y un abrazo porque se sentía querido en Gimnasia. Siempre fue una excelente persona con todo el plantel y a cada uno nos dejó de recuerdo una cadenita (con el dije de una cruz", que no me la saco por nada". Y a modo de homenaje en el partido desempate con Colón, se puso la cinta de capitán de Maradona.

 

<b>Clásico platense</b>

 

 

 

El Yacaré tiene un historial positivo en el clásico ante Estudiantes. De 6 partidos ha ganado uno y empató cinco. "Nos tocó cortar la racha de 12 años sin victorias y encima en un mal momento de Gimnasia donde jugábamos con muchos juveniles. Fueron desafíos lindos que nos hicieron crecer como personas".

 

Los clásicos platenses son muy pasionales donde el hincha le exige al jugador ganar como sea para salvar el año, por más que luego le toque luchar por la permanencia como fue este año para Gimnasia. "Te lo hacen sentir muchísimo personalmente y por mensajes en WhatsApp o Instagram. Y cuando ganamos el clásico (2-1 de local por la Liga Profesional) nos dijeron que ya estaba el año salvado por más que después jugamos el desempate".

 

<b>Hincha de River</b>

 

 

 

Confeso hincha de River, Morales se ha dado el gusto en reiteradas oportunidades en enfrentar al Millonario y hasta lo ha hecho como capitán y en el mismísimo Monumental de Núñez. "Soy muy fanático, hasta tengo de recuerdo 12 camisetas que he cambiado y ñas quiero a todas por igual, hasta banderines que he pedido", contó.

 

Como hincha de River siempre quiso jugar en el Monumental pero nunca se le había dado desde que llegó a Gimnasia hasta que pudo estar presente en la novena fecha de la Liga Profesional en el 2022. "Justo se dio que Brahian Alemán, que era el capitán, estaba expulsado y quedaba el arquero Rey como segundo. Pero cuando salí a hacer la entrada en calor se me acerca Pipo y me dice 'Leo vas a ser el capitán'. No podía firmar la planilla de la emoción que tenía, era mi primera vez que pisaba como jugador la cancha y siendo capitán. Eran cosas del destino".

 

Si bien está cómo jugando en Gimnasia de La Plata, y siendo uno de los referentes del plantel luego de la hazaña de lograr la permanencia, Leo Morales no deja de soñar con vestir la banda roja. "Jugar ahí sería el sueño máximo. Voy a seguir luchando por eso y si no, voy a estar agradecido de lo que logré, porque no fue para nada poco", señaló.

 

<b>La familia</b>

 

 

 

En todo el trayecto que recorre un deportista la familia cumple un rol fundamental como apoyo, contención y motivación. "Son fundamentales y siempre se bancan todas. Desde tener que alejarse de los seres queridos y hasta quedarse solos cuando uno viaja", reconoció Leo sobre su esposa e hijo que lo acompañan continuamente.

 

"En el fútbol vas haciendo distintas amistades entonces uno lo hace más llevadero, pero a ellos les cuesta un poco más. Cuando nació Dylan ella estaba con cesárea y se tuvo que quedar sola siendo su primer hijo, lejos de la familia y estando sola con él sin saber cómo iba a reaccionar", manifestó.

 

Y reflexionó: "Tenés que soñar, tenés que luchar por lo tuyo. Obviamente tenés que dejar muchas cosas de lado, como siempre decimos, alejarse de la familia. Yo lo veo mucho en muchos chicos de mi pueblo que me gustaría que peguen el salto".

 

"Si querés llegar a algo, tenés que ser un poco independiente. Porque no siempre van a estar los mismos compañeros, el fútbol tiene lo lindo que te va haciendo de amistades nuevas. Y después cada uno tiene que poner su granito de arena sin relajarse y saber escuchar cuando te aconsejan. A veces te puede pasar de no estar jugando lo que lo lleva a algunos a dedicarse a la joda, entonces ahí hay que entrenar el doble para tener más chances". <i>(El Pelotazo)</i>

Gimnasia y Esgrima de La Plata Leonardo Morales