Pico, 35° en el ránking ATP, pudo hacer poco y nada ante el Gabashvili (74°). Desde el inicio, el ruso tuvo el dominio absoluto del juego desde la efectividad de su saque (ganó el 80% de los puntos con su primer servicio contra el exiguo 55% del argentino) y desde la potencia de su juego. Tomó más riesgos que Mónaco en todo momento y esa apuesta rindió sus frutos.
La ventaja de 32 winners contra apenas 10 del tandilense no reflejan la superioridad real de uno sobre otro. Porque el ruso forzó a que Pico jugara al límite, totalizando 31 errores no forzados. Tanto le costó el juego al argentino, que no llegó a concretar ninguna de las 11 oportunidades de quiebre de las que dispuso, mientras que su rival aprovechó cuatro de las siete, suficiente para encaminarse a una cómoda victoria en una hora y 44 minutos de juego.
Más tarde, será el turno de Diego Schwartzman (62°) de intentar su clasificación a la tercera ronda de Roland Garros, aunque su anhelo tendrá un duro escollo en el francés Monfils (14°), con quien nunca se enfrentó en el circuito hasta ahora.