La gente de River copó los alrededores del Osaka Nagai Stadium desde la mañana y totalmente de la cabeza, desbordada de alegría. Al ritmo del clásico que ahora se transformó en "el que no salta, no está en Japón", los hinchas hicieron mover hasta a los vagones de los trenes y los subtes.
Es más, la policía detuvo formaciones enteras e hizo descender al público paráa destinar la formación exclusivamente a los fanáticos de la Banda, que fueron arrasando con todos los stock de cerveza de los mercados linderos y los puestos del estadio. "Sould out", repetían los japones, incrédulos por tanta pasión.
Los accesos a la cancha parecían los alrededores del Momunental y hasta hubo banderas destinadas al famoso Adrián "Panadero" Napolitano y varios minutos de silencio "para Boca que está muerto". Porque hoy Japón es de River por más que se enfrente a un rival local, y los hinchas se lo hacen sentir a los jugadores. "Y ya lo ve, y ya lo ve, somos locales otra vez".