Política

Milei y Villarruel: los "contrapuntos" del binomio presidencial

La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel atraviesa tensiones crecientes, marcadas por desacuerdos públicos y fricciones internas. Desde diferencias sobre el Gabinete hasta confrontaciones sobre figuras políticas. Los detalles.

23 de Noviembre de 2024
Milei y VIllarruel Archivo

El binomio presidencial de Javier Milei y Victoria Villarruel atraviesa uno de sus momentos más tensos desde su llegada al poder. Si bien en un principio la relación parecía sólida, en el último año los desacuerdos entre ambos se han ido incrementando, y los roces dentro del Gobierno se han vuelto cada vez más evidentes. Los últimos intercambios públicos, de tono cada vez más crítico, reflejan las profundas diferencias que hoy marcan su relación.

Villarruel y Milei

Uno de los primeros signos de este distanciamiento se remonta a noviembre de 2023, cuando Victoria Villarruel, aún sin asumir oficialmente la vicepresidencia, se mostró rodeada de militantes y vecinos en una caminata por Recoleta, Buenos Aires. Si bien en ese entonces no generó una gran polémica, su cercanía con figuras como el legislador porteño Ramiro Marra y su distanciamiento con la figura de Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, comenzaron a dar pistas de un vínculo ya no tan armónico entre la vicepresidenta electa y el presidente.

 

 

La situación se tensó aún más tras la victoria electoral de la fórmula presidencial. A pocas horas de conocerse los resultados, Villarruel sorprendió a la prensa al afirmar, en una declaración algo tajante, que no tendría injerencia en el Gabinete nacional: "Solo voy a ser vicepresidenta", dijo en una breve aparición frente al hotel Libertador, generando sorpresa entre los medios y en la propia Casa Rosada. Esta afirmación parecía contradecir las expectativas previas, dado que Milei la había señalado como la responsable de las áreas clave de Seguridad y Defensa. Sin embargo, esas carteras terminaron en manos de Patricia Bullrich y Luis Petri, lo que desató un nuevo foco de fricciones internas.

 

En 2024, las tensiones aumentaron. Villarruel no dudó en levantar el perfil en público, y sus comentarios dejaron claro que su relación con el presidente se estaba desmoronando. En una entrevista, la vicecomparó a Milei con un "jamoncito" entre ella y Karina Milei, una metáfora que no pasó desapercibida y que reflejó la creciente incomodidad entre ambos. A esto se sumaron otras críticas desde el oficialismo, como la de Guillermo Francos, jefe de Gabinete, quien le reprochó no haber tenido una mayor participación en la defensa del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023.

Presidente Javier Milei

El clima de confrontación alcanzó un nuevo pico durante las discusiones sobre la Ley Bases. Villarruel intentó, sin mucho éxito, juntar las voluntades necesarias para encauzar el proyecto en el Senado. Los senadores que la visitaban le expresaron su descontento por la falta de avances y la percepción de que su poder en el Congreso estaba siendo recortado por la Casa Rosada. Mientras tanto, en medio de esta fricción política, los senadores aprobaban un aumento en sus dietas sin debate, lo que también generó críticas hacia la vicepresidenta, quien se mostró incapaz de frenar la medida.

 

La relación continuó congelada en el segundo semestre del 2024, con Villarruel ausente en eventos clave como el Pacto de Mayo en Tucumán, prefiriendo mantenerse al margen para cuidarse de una enfermedad. Mientras tanto, ambos mandatarios se fotografiaron de manera protocolar durante el desfile del 9 de Julio en la Avenida del Libertador, sobre un tanque de guerra, una imagen que reflejaba más una obligación que un gesto genuino de unidad.

 

La visita de Villarruel a Europa, donde fue recibida por el Papa Francisco, marcó otro momento de fricción. En Madrid, la vicepresidenta inauguró un busto en homenaje a María Estela Martínez de Perón, "Isabelita", lo que desató una nueva polémica con Milei, quien afirmó que no lo hubiera hecho, pues consideraba que su figura no "realza a las mujeres". Esta fue solo una de las diferencias públicas que continuaron alimentando la ruptura interna dentro del Gobierno.

Victoria Villarruel

La última confrontación llegó hace pocos días, cuando Milei, al referirse a Villarruel, subrayó que ella no tiene "ningún tipo de injerencia" en las decisiones del Ejecutivo. Además, recordó que la vicepresidenta había decidido "no participar" en las reuniones de Gabinete. En una crítica más directa, el presidente destacó que Villarruel está "más cerca del círculo rojo" y de lo que él mismo denomina la "alta política", un término que emplea para referirse a los sectores tradicionales de poder, a los que él descalifica como parte de la "casta".

 

Estos continuos contrapuntos y diferencias públicas entre Milei y Villarruel no solo reflejan las tensiones personales entre ellos, sino también las tensiones políticas que se dan dentro de un Gobierno de coalición que ha luchado por encontrar su equilibrio. El binomio presidencial parece ahora en una etapa de disonancia, con ambos líderes enfrentándose a desafíos cada vez mayores para lograr la unidad y estabilidad que se espera de su mandato, especialmente cuando apenas están por iniciar su segundo año en el poder. (Noticias Argentinas)

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