El día que Barcelona y River se enfrentaron en el Yokohama Stadium por la definición del Mundial de Clubes, una imagen sorpresiva recorrió el mundo cuando el conjunto catalán abrió el marcador de la mano de Lionel Messi. El 10 venció a Marcelo Barovero con un movimiento personal brillante y posteriormente se encargó, luego de los abrazos de sus compañeros, de pedir perdón por el gol.
Los destinatarios de su gesto habían sido los más de 20 mil simpatizantes del Millonario que viajaron a Asia para soñar con el título. Y después de tejerse cualquier cantidad de versiones, el propio protagonista explicó su actitud en una entrevista con ESPN, concedida a horas de recibir el quinto Balón de Oro de su carrera profesional, superando nada menos que a Cristiano Ronaldo y Neymar.
"Lo hice porque mucha gente de River viajó, hizo mucho sacrificio, un gran esfuerzo por ese viaje. Tenían una ilusión muy grande. Y que me toque a mí, siendo argentino, sacarles la ilusión por hacer el primer gol. Fue raro, no sé, me salió así y pedí perdón", fueron las declaraciones de Messi para describir su proceder. Lamentablemente, eso no impidió que tuviera inconvenientes con un inadaptado en el aeropuerto.
Pero entre la timidez y las sonrisas cómplices, sacó a relucir su hambre de gloria que nunca se apaga y advirtió que "como todos los partidos, como cada vez que llego a la cancha, yo quería ganar y ser campeón".