Las principales ligas europeas calientan motores para la largada del próximo fin de semana, y los directores deportivos de los clubes ultiman las negociaciones para definir sus planteles en el mercado de pases. Si bien al mercado de transferencias le quedan algunos días, hay varios futbolistas argentinos que cambiaron de camiseta por millones de euros y se preparan para el estreno en sus nuevos equipos.
Dos de ellos, los más caros, suman ventas por más de 100 millones de euros: Julián Álvarez, la bomba del verano, dejó Manchester City y se fue a Madrid para ser dirigido por Diego Simeone a cambio de 75 millones de euros fijos y otros 10 millones variables. Matìas Soulé, por su parte, salió de Juventus y recaló en la Roma por 25,6 millones de la moneda ecuménica europea. El tercero en el ranking del dinero invertido es Mateo Retegui, que pasó de Genoa a Atalanta en 22 millones de euros.
El Top 5 de pases de argentinos en Europa hasta hoy lo completan Esequiel Barco (de River a Spartak de Moscú por 14 millones de euros) y Enzo Barrenechea (de Juventus a Aston Villa, de Inglaterra por ocho millones de euros). En el ranking hay un asterisco con nombre y apellido: si bien Aarón Anselmino fue vendido por Boca a Chelsea de Inglaterra en 16,5 millones de euros, lo cierto es que jugará cedido en la Bombonera, por lo que su salida definitiva se daría recién en enero o junio del año próximo.
Álvarez, la bomba
Julián Álvarez es la segunda compra más alta en la historia del Atlético. Su llegada está destinada a dar el salto competitivo que al equipo le faltó en los últimos dos años sin títulos. Su edad (24 años), roce en el alto nivel internacional y características ofensivas elevan las expectativas. Con lo que tenía, al Atléticono le alcanzó para romper el duopolio de Real Madrid y Barcelona en La Liga ni para pelear por el título de la Champions League; tampoco encontró consuelo en la Copa del Rey. Los medios españoles reflejan las dos grandes operaciones hasta el momento: Kylian Mbappé a Real Madrid y Julián al Atlético.
El factor argentino tuvo mucho que ver en la decisión que tomó el cordobés, cortejado por París Saint Germain con cifras superiores. Firmó contrato por seis temporadas, con un salario aproximado de ocho millones de euros por año. Al margen de lo económico, Julián se convenció por el pedido expreso de Simeone y se dejó seducir por los comentarios de sus compañeros en el seleccionado,Rodrigo de Paul y Nahuel Molina. El clima más benigno de Madrid y su cercanía cultural hicieron el resto.
Soulé, a la Roma
Firmó un contrato por cinco años y será dirigido por Daniele De Rossi. El mediocampista jugó la temporada pasada en Frosinone y se destacó: luego de 11 goles en 36 partidos, se revalorizó y la Roma llamó a su puerta. El DT imagina que Soulé puede acompañar al otro argentino -y campeón del mundo- del plantel:Paulo Dybala.
“Pueden jugar juntos en un 4-2-3-1, con Paulo como falso nueve. También pueden jugar juntos en un 4-3-2-1, con los dos debajo del delantero. Pueden jugar juntos de mil maneras, lo importante es que cuando entren al campo lo hagan bien, dando una mano y aportando valor al equipo”, afirmó el ex mediocampista de la selección italiana.
De todas maneras, el mercado puede truncar la posibilidad de ver al tándem Dybala-Soulé en cancha: a la Joya la buscan desde Arabia Saudita y los reportes de prensa hablan de una oferta de tres años de contrato a razón de 20 millones de euros por temporada.
Retegui, el ítalo-argentino que cambió
A comienzos de este mes, Atalanta recibió una pésima noticia: su delantero Gianluca Scamacca se lesionaba en un amistoso contra Parma: la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda implicaba que el campeón de la Europa League se quedaba sin referencia ofensiva para los próximos seis meses. La solución, entonces, estaba en el mercado de pases.
Tuvo nombre argentino y pasaporte italiano: Mateo Retegui, compañero de Scamacca en la selección dirigida porLuciano Spalletti. dejó Genoa, su club, y pasó al equipo de Bérgamo en 22 millones de euros. Del traspaso se beneficiarán tanto Boca, Tigre, Talleres de Córdoba y Estudiantes de La Plata, clubes que formaron al delantero.
Barco, en Moscú
Esequiel Barco dejó River en este mercado de pases para sumarse a Spartak de Moscú, de Rusia. El talentoso enganche había perdido su lugar en el equipo que entonces dirigía Martín Demichelis y, ante la oferta de los rusos de 14 millones de euros, en Nuñez lo dejaron partir. El ex Independiente y Atlanta United encontró en la capital rusa un equipo en el que juega y hace jugar.
No tiene la camiseta 10, sino la 5, un número que hace rato dejó de ser sinónimo de marca y despliegue para estar asociado al pase filtrado, a la asistencia quirúrgica. En cuatro partidos -tres por la liga y uno por la Copa de Rusia- Barco lleva un gol y dos asistencias, consolidado como titular.
Barrenechea jugará con Dibu Martínez
La llegada del mediocampista brasileño Douglas Luiz a la Juventus desde Aston Villa tuvo como efecto colateral la transferencia de Enzo Barrenechea, argentino, formado en Newell’s, al equipo inglés donde juegan sus compatriotas Emiliano Buendia y Emiliano Martínez. Fue vendido en ocho millones de euros, un premio por la temporada que había tenido en Frosinone: 39 partidos, un gol y una asistencia.
“Me siento muy feliz de ser parte del Aston Villa. Es un club muy grande, con una buena estructura y unas instalaciones de primer nivel, así que estoy muy contento”, dijo Barrenechea en su presentación. “La temporada que tuvo el equipo el año pasado, la forma en que están haciendo las cosas, eso, para un jugador, es un gran punto a favor. Además, vengo a la Premier League, una de las mejores ligas del mundo, así que estoy muy contento. Es un nuevo comienzo para mí”.
“El año pasado crecí mucho”, recordó. “Jugué toda la temporada a un alto nivel, así que ahora llegué a la Premier League. He venido aquí para empezar de cero. Todo es nuevo para mí y espero darlo todo. Creo que tenemos muchos objetivos que alcanzar. Y luego, individualmente, intentar aportar desde la posición que juego, intentar hacer las cosas bien y conseguir el objetivo grupal, que es fundamental”, reflexionó.