"Estoy muy triste por lo que pasó. Werner se tira con la única intención de sacarme afuera. No tiene chance de paso y pone las cuatro ruedas en el pasto. Se tira sin espacio y cuando va el auto al pasto, lo saca para la izquierda. Entonces me pasa casi completo y con la cola me saca. Vino directo a chocarme. No lo puedo creer".
Matías Rossi era pura impotencia cuando terminó la carrera. No era para menos. El título estaba en sus manos y en la última vuelta terminó en el pasto junto con Mariano Werner, cuando éste lo tocó luego de una maniobra que generó mucha polémica.
"Siempre pedimos fair play y no podemos cultivar que como un rival vea que la única posibilidad es chocarte y sacarte afuera, lo haga. No caigo todavía. Yo juego limpio, y dejé todo para ganar. No fue así Werner y me duele un poco", sentenció Rossi.
"No tengo otra palabra más que felicitarlo a Matías por una gran temporada y un gran campeonato. Ha sido un referente en todo el año. Fue el que más carreras ganó durante el año. Pero las carreras son así. A mí me tocó en La Pampa tener un roce con Ugalde y perdí puntos. Pero a veces los perdés cuando no los querés perder y a Matías le tocó tener un roce en la última curva de la última vuelta de la última carrera. Y ahí no tenés revancha de nada. Es mala suerte. Ni siquiera vi lo que pasó", le dijo el ganador del título a Clarín.
Entonces, la polémica se trasladó fuera de la pista cuando Rossi denunció a todos los pilotos que terminaron delante suyo para que sus autos tuvieran que pasar por la revisión técnica. "Después de la salvajada de Werner, tenemos que hacer estas cosas", se excusaban desde el Donto Racing.
"No me quiero enganchar, acabo de ser campeón. Si él siente que tiene que denunciar a todos los autos, que los denuncie. Son maniobras. Mentes diferentes... Cada uno decide dónde quiere ganar el campeonato: si en pista, en un escritorio o donde sea. El equipo de Rossi ha denunciado mucho este año. Pero lo puede hacer, está en todo su derecho. Siento que ya lo gané. Va a ser un problema de él. Ni siquiera lo va a festejar de la forma que quiere si se lo dan", opinó el heptacampeón al recibir una noticia tan efímera como el instante en el que Rossi fue campeón, ya que los comisarios deportivos desestimaron la denuncia y ratificaron el título de Ortelli.
Por unos minutos, el TC tuvo dos campeones. El toque de Mariano Werner a Matías Rossi en la última curva provocó desconcierto. La calculadora salió del bolsillo cuando el piloto de Del Viso vio la bandera a cuadros. ¿Llegó 21° y era campeón con 2,5 puntos de ventaja sobre Guillermo Ortelli? ¿O era 24° y eso provocaba que el título se fuera para Salto? Durante esos instantes, el clasificador desapareció y en la transmisión oficial de la TV decían que Rossi acababa de ganar el segundo título de su carrera. Lo festejaba el box del Donto Racing y el propio piloto al entrar al parque cerrado para abrazarse con Laureano Campanera, su compañero de equipo, en el techo del auto.
En Twitter, hasta la cuenta de la ACTC felicitaba al Misil. Sin embargo, la computadora reaccionó, los tiempos volvieron a la pantalla y allí se confirmó que Rossi había terminado en el 24º lugar, lo que no le alcanzaba para ser campeón. Entonces, la alegría pasó al JP Racing y a Ortelli, el heptacampeón de la categoría más importante del país.