Después de conseguir el título, queda la sensación de que River se está desmembrando. Con la llegada de pocos nombres y la latente ida de varias figuras –ya emigró Cristian Ledesma, uno de los pilares del equipo campeón–, la preocupación ante la falta de refuerzos crece día a día. La pretemporada está cada vez más avanzada y el mercado de pases ingresando a su momento más álgido, pero el flamante entrenador, Marcelo Gallardo, no se muestra preocupado ante la ausencia de incorporaciones, sino que exterioriza su temor a la hora de pensar en los futbolista que podrían abandonar el club.

"El mejor refuerzo sería que no se vaya ninguno, pero sabemos que es difícil. Balanta y Lanzini son los dos con más posibilidades de irse de este plantel", confió el 'Muñeco' minutos antes de subirse al vuelo que llevará al plantel del "Millonario" a Uruguay donde mañana enfrentará a Peñarol desde las 20 por la Copa Antel en el estadio 'Centenario' de ese país. Y agregó: "Si se puede resolver que se resuelva, pero no cuando estemos en plena competencia. Cuando arranque la competencia probablemente alguno se pueda ir, por eso tenemos que anticiparnos".

A pesar de ese panorama, el DT confía en el accionar de los directivos. "Mientras los dirigentes me digan que van a hacer todos los esfuerzos posibles me mantengo tranquilo, confío plenamente en ellos", destacó Gallardo, que ante la consulta sobre la decisión de Ignacio Scocco, su preferido, de jugar en Newell's, explicó: "Era una prioridad, pero tenemos alternativas que son de la misma jerarquía, sino les dije que veremos cómo nos arreglamos".

Con Leonardo Pisculichi como la incorporación 'rutilante' hasta el momento y la vuelta de Rodrigo Mora, el ataque precisa de delanteros, por eso la ausencia de Teófilo Gutiérrez –le extendieron la licencia hasta el jueves– es una de las mayores preocupaciones. Ante los rumores de que el colombiano presiona para emigrar al fútbol europeo, Gallardo confesó: "Lo que pienso sobre cómo se maneja se lo digo a los directivos".