Ángel Di María solo tiene una certeza en su futuro: quiere irse del Real Madrid, ya sea por la abundancia de recursos que el Merengue acumula de mitad de cancha para adelante, por el desprecio que sufrió durante parte de la temporada pasada o por la supuesta presión que los dirigentes dispusieron para evitar que juegue la final de la Copa del Mundo.
Su futuro parecía estar en el PSG francés, que compra estrellas a base de la chequera de su jeque. Pero entre Zlatan Ibrahimovic y algunos dirigentes, se encargaron de sepultar esa opción. Pero cuando su traspaso parecía estancarse, apareció una nueva opción.
Louis van Gaal fue una de las grandes estrellas de la última Copa del Mundo gracias a su elástica libreta y su estupenda selección holandesa. Tras el Mundial, asumió en el Manchester United para devolver a los Diablos Rojos al primer plano del fútbol inglés primero y al europeo después.
De a poco, el conjunto de Old Trafford está viendo como el distintivo sello del holandés se va imprimiendo en su fisonomía. Para terminar de darle forma a su equipo, van Gaal pretende incorporar a Di María. Es por ello que el Manchester United ofreció la sideral suma de 68 millones de euros. El argentino, finalista de la última Copa del Mundo tras vencer en semifinales a Holanda, sería un jugador ideal para el dispositivo táctico de van Gaal, ya que podría adueñarse completamente de una de las bandas.