Luego de dos eliminaciones en Mundiales, otras dos en Preolímpicos y otra en los últimos Juegos Olímpicos de Londres, el seleccionado de Brasil cree que ya le llegó el tiempo de una buena revancha ante la Argentina en los octavos de final del Mundial.

Así lo creen dos de sus jugadores emblema, como Marcelinho Huertas y Alex García, que representan el sentir de un plantel que ya sufrió duras caídas en torneos importantes frente al rival sudamericano. Rubén Magnano, entrenador argentino a cargo de los brasileños, fue más medido.

"No somos favoritos. Somos competidores. Duros competidores", consideró Magnano. "Estamos con confianza y muy tranquilos. Esperando la hora de juego. No estamos lejos de lo que hicimos en los Juegos Olímpicos, tenemos casi los mismos hombres", siguió.

El base Marcelinho dijo del choque del domingo, a las 17: "Conocemos bien lo que es la Argentina. Es un equipo que si bien ha cambiado con relación al que jugó en Londres, siempre ha mantenido un estándar de juego".

"La Argentina es un adversario fuerte, con jugadores experimentados y acostumbrados a jugar este tipo de competiciones. Nosotros estamos en un buen momento, somos más sólidos, y nuestro objetivo es llegar al podio", agregó Huertas.

Y agregó en blog para la página oficial de la Euroliga: "Una de las razones por las que todos queremos algo grande en este Mundial es que tenemos malos recuerdos de perder en los octavos de final de la última Copa Mundial en Estambul. Sentimos que no deberíamos haber perdido ese partido contra Argentina. Pensamos que nos merecíamos más que eso. Hemos estado trabajando no sólo este año, sino en los últimos cinco o seis años que hemos estado juntos".

Y Alex, por su parte, dijo: "Llegó la chance de que ganemos nosotros. Es un rival tradicional y hay mucha rivalidad, pero nosotros estamos en un mejor momento. Pienso que tenemos todo para ganar".