A mitad de la pretemporada con Independiente, la noticia de que su hermano había perdido la vida lo puso en uno de los peores momentos de su vida. Rápidamente, Jesús Méndez abandonó la concentración y se instaló en Mendoza, donde estuvo varias semanas apoyándose en el amor de su familia para sobrepasar la dramática situación.
En las últimas semanas retornó a Villa Domínico y retomó los trabajos de preparación con la intención de ponerse a punto para el torneo que ya comenzó.
"No pensé en abandonar el fútbol. Desde el momento en que mi madre me dio la noticia de mi hermano, sabía que los primeros días iban a ser duros y enseguida me mentalice en lo que iba a venir, sabiendo que debía ser fuerte y que el fútbol es lo que siempre deseé. Lo voy a seguir haciendo con muchas ganas y feliz. Lo que pasó le pasa a cualquier persona, no se lo deseo a nadie", explicó el futbolista de 29 años.
Con esta situación como contexto, el mediocampista destacó la hospitalidad de todo el mundo del fútbol. "Después de un momento tan duro para mí en lo personal y para mí familia, gracias a Dios estoy de vuelta entrenando. Contento por el apoyo de mis compañeros y el cuerpo técnico. También con el del hincha de Independiente, del que recibí muchos mensajes. Agradecido con todos", afirmó.
Ya en el plano futbolístico, se refirió a la conversación que mantuvo con el entrenador y destacó que ya está avanzada su preparación. "Estuvimos hablando con Jorge (Almirón), quiere que me ponga bien porque estuve dos semanas parado. De a poquito estoy haciendo fútbol. Preparado cuando Jorge me necesite, Independiente tiene un equipo competitivo", explicó.
Por último, se refirió a la reprobación del público de Independiente con el entrenador y comentó su experiencia en otras instituciones. "Pasa en todas las canchas y los equipos, en Central la gente también tiene fervor e iban 5 minutos y querían que vayamos ganando. El jugador es el que tiene que tomar decisiones dentro de la cancha, estar tranquilo", subrayó.