"Vi a un equipo sin respuestas futbolísticas". Marcelo Gallardo no perdió su habitual compostura, pero luego de la derrota frente a Newell's fue durísimo. Y envió un mensaje clarísimo para sus jugadores: los que no estén a la altura de River, no seguirán en el club. Eliminado (más allá de las polémicas) en las semifinales de la Libertadores, a nueve puntos de Boca en la Superliga y con sólo la final de la Copa Argentina en el horizonte, el final del 2017 no es el que había soñado el DT.
Sus expectativas, como él mismo admitió, eran mucho más grandes. Y como no quiere que la historia se repita en el 2018, ya empezó a trabajar. O mejor dicho, a definir quiénes son los futbolistas que encajarían en su equipo ideal. Nombres de peso. Y que ya sabe tanto Rodolfo D'Onofrio como el resto de los candidatos a presidente para los comicios que se realizarán el próximo domingo.
Los dos primeros futbolistas con los que volverá a contar River son Lucas Martínez Quarta y Camilo Mayada, quienes en unas semanas cumplirán las sanciones que les aplicó la Conmebol por haber dado positivo un control antidoping en la Copa Libertadores. Y otros de los que estarían en condiciones de regresar, tras diferentes lesiones, son Rodrigo Mora, Luciano Lollo y Marcelo Larrondo.
Sin embargo, los nombres que más entusiasman al entrenador y a los hinchas son los de aquellos futbolistas que podrían llegar. El primer objetivo es un arquero, y de nombre. Con Germán Lux y Augusto Batalla lejos de conformar, la aparición en los últimos encuentros de Enrique Bologna no alcanza para dormir tranquilos. Y ahí la danza de candidatos es enorme: desde el hipotético regreso de Marcelo Barovero, hasta el sueño de Nahuel Guzmán, pasando por Franco Armani, todo es posible.
Otro de los puestos en los que el DT cree que sería bueno sumar gente es el de volante central. Ojo, no hay dudas de que Leonardo Ponzio es titular e intocable, pero hoy la realidad es que no tiene un reemplazante natural que garantice las mismas prestaciones que el capitán. Y ahí aparece el primer hombre apuntado: Damián Musto, el ex Rosario Central, que hoy está en Tijuana de México.
Para la mitad de la cancha, además, Gallardo insistirá por un viejo anhelo: Walter Montoya. Sí, otro ex Central al que River ya intentó contratar antes de que se fuera a Sevilla. Y si bien se sabe que Boca, como hace un par de meses, también podría entrar en la puja, en Núñez no dan nada por descartado.
¿Más? Claro. Y ahí entra en juego el ataque. Con las partidas de Lucas Alario y Sebastián Driussi, River quedó desguarnecido en esa zona. Y si bien Ignacio Scocco respondió con creces a lo que se esperaba de él, la intención de Gallardo es rodearlo mejor o, si se quiere, tener alternativas de peso a mano.
Darío Cvitanich, entonces, es el primero de la lista. El delantero de Banfield ya fue pretendido antes de disputar las semifinales de la Libertadores y, pese a sus ganas, la operación no se concretó por la abultada suma que pidieron en el Sur para dejarlo ir: seis millones de dólares.
Otro que suena cada vez que River busca gente en ataque es Silvio Romero, quien hoy está en el América de México y también tiene una cotización elevada. Sin embargo, como su momento no es el mejor, podrían aceptar negociarlo. Y a él la posibilidad lo entusiasma. Es más, en los pasillos del Monumental cuentan que el propio Gallardo ya lo llamó para endulzarle los oídos.
Y por último aparecen Ezequiel Cerutti y Lucas Pratto. Aunque con estos dos las negociaciones pintan muy complicadas. Con el primero porque es una de las piezas claves de San Lorenzo y con el segundo porque el propio delantero dijo estar más interesado en continuar en el San Pablo de Brasil que en regresar a la Argentina.