Los poderosos conviven con presiones y urgencias. Nunca hay tiempo. Aunque -se sabe-, la tesorería no siempre da respuestas confiables.
Si se suman las compras -pases y préstamos con cargo- de los cinco grandes, se alcanza una cifra superior a los 40 millones de dólares. Sin ideas, con las inferiores recortadas -más allá de que Racing e Independiente, sobre todo, les dan un mayor espacio a las jóvenes promesas-, los grandes sacan la billetera para tapar ausencias. El juego de las diferencias con Europa parece una utopía, si se revisa el caso del pase más rutilante. Ousmane Dembélé dejó Borussia Dortmund y pasó a Barcelona, a cambio de 145 millones de euros. La cifra es casi cuatro veces mayor a lo que invirtieron los cinco grandes domésticos juntos. El francés, de 20 años, duró un suspiro: sufrió una rotura del tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda, fue operado y deberá estar lejos de las canchas durante cuatro meses. Ese escenario habría sido dramático para nuestro medio.
<h5>Lo que Boca compró</h5>
Edwin Cardona, de 24 años, es la contracara colombiana. Entró en Boca -el campeón, un equipo ya diseñado, sin urgencias mayúsculas-, brilló en algunos amistosos, respondió en los encuentros oficiales y, tal vez de modo prematuro, hasta le vieron un parecido. "No me gusta que me comparen con Riquelme, vengo a hacer mi historia", pidió el Nº 10, nacido en Medellín, que no reemplazó a Ricardo Centurión; lo hizo mucho mejor.
Boca tuvo una política de compras mesurada, a diferencias de los excesos de otras temporadas. Más allá de Wanchope Ábila, que está en un breve préstamo en Huracán, sumó a Paolo Goltz, que se consolida, y Nahitan Nández, un uruguayo de doble personalidad: juega y corre.
<h5>Los reemplazos de River</h5>
De un día para el otro, River se quedó sin el poder de fuego de Sebastián Driussi y Lucas Alario, que habían marcado 46 de los últimos 93 goles millonarios. Por ahora, Scocco no está a sus alturas. Tampoco Enzo Pérez, a quien le cuesta adaptarse al complejo fútbol argentino. Javier Pinola, en cambio, está instalado en el ámbito deudor, justo cuando River exige una cuota de solidez. En la misma sintonía están los refuerzos de San Lorenzo, que permanecen en el casillero rojo, como las anteriores compras, con el ojo clínico averiado.
<h5>Independiente es un caso atípico: el club de los 30</h5>
Ariel Holan tenía una larga nómina de incorporaciones, pero sólo se dio el gusto con un par de refuerzos. Todos los que llegaron lo hicieron a préstamo, sin cargo y con más de 30 años. Sólo se destaca, por ahora, Nicolás Domingo (32), sin lugar en River y adaptado como contención al sistema vertiginoso del conductor. Jonas Gutiérrez (34). y Fernando Amorebieta (32 y con problemas físicos) se ofrecen como recambio, todavía no les dieron soluciones eficaces al equipo. Esperan una oportunidad Juan Manuel Martínez (31) y Gastón Silva, un uruguayo de 23 años, ex Granada, el único que escapa a la tónica de la experiencia. Un defensor, de buen cabezazo.
<h5>Lo que hizo Racing</h5>
Andrés Felipe Ibargüen García tiene 25 años y nació en el Valle del Cauca, una bonita zona cordillerana de Colombia. Petiso, rápido y punzante, suele jugar por el sector izquierdo, una suerte de extremo. Brillante en Atlético Nacional, Racing se entusiasmó con su pegada. Tanto, que se convirtió en el pase más caro de la historia: 4 millones de dólares, por el 80 por ciento de su ficha, todo un récord.
A un mes del comienzo de la temporada, el colombiano todavía no puede hacer pie. Es cierto: el fútbol exige respetar un proceso, los futbolistas deben adaptarse, más aún en casos como Racing, que transformó su fisonomía.
Sumó 11 incorporaciones y es el club, de los grandes, que más caras nuevas trajo. Tenía billetes frescos: en el mercado de pases, Racing vendió por más de 13 millones de dólares, si se cuenta las transferencias de Gustavo Bou a México y Marcos Acuña a Portugal, primeros en la nómina de salida. El equipo, renovado, también dispone de promesas que andan en el subibaja emocional. Al etiquetarlo como "el más caro", Ibargüen tiene una carga pesada.
Suma apenas 110 minutos, entre la Superliga y la Copa Argentina y un gol, el último en un 4-1 sobre Temperley.
Racing, además, disfruta a Enrique Triverio, espera la mejor versión de Egidio Arévalo Ríos, se serena con Augusto Solari y no se conforma con Lucas Orban. Pero no es una isla: precisa cuanto antes que brillen los futbolistas que se incorporaron en el último mercado de pases, el que suele ser determinante para el futuro, más allá del semestre.
<h5>Las compras de los grandes, en números</h5>
<b>River: 19,40 millones de dólares</b>
Las salidas de Driussi y Alario provocaron un shock de compras. Scocco, Enzo Pérez y Pinola, los destacados.
<b>Racing: 8,55 millones de dólares</b>
De los poderosos, entre compras y préstamos, es el conjunto que más incorporaciones realizó: 11.
<b>Boca: 7,85 millones</b>
No sólo brilla Cardona; también se destacan Goltz y Nández, en poco tiempo; Espinoza llegó sin cargo.
<b>San Lorenzo: 5 millones</b>
Como en los últimos mercados, los nuevos todavía no le dieron un salto de calidad al equipo, ni arriba ni abajo.
<b>Independiente: 0</b>
Toda una curiosidad: sólo incorporó a préstamo, sin opción; debe pagar sueldos, premios y primas.
Fuente: (La Nación).-