A Messi se lo vio bajoneado, y es lógico. La sanción de cuatro fechas de la FIFA por sus insultos al línea brasileño Carvalho, que él niega, lo dejan afuera de casi toda la eliminatoria. Y complican mucho la clasificación de la Argentina al Mundial de Rusia.
Messi hoy no fue al entrenamiento del Barcelona. Acordó un día más de descanso teniendo en cuenta que no jugará el domingo ante el Granada porque está suspendido por acumulación de amarillas. Recién se reincorporará mañana.
El lunes, un día antes del partido con Bolivia, y cuando ya estaba instalada la posibilidad de una sanción, Leo le envió una carta a la FIFA. Es un escrito con el cual trató de defenderse, pero en Zurich no la tomaron en cuenta o no le creyeron mucho.
El capitán de la Selección argentina habría iniciado su propia apelación con su grupo de abogados, y a la cabeza estaría Jorge Messi. Según el diario catalán Mundo Deportivo, "Leo ha decidido llevar personalmente su defensa ante la falta de reacción de la FIFA".
Ahora, y mientras espera que prosperen las apelaciones (la propia y la de AFA), Messi tendrá que volver a centrarse en el Barcelona. Por delante tiene el final de la temporada con tres posibles títulos: Liga, Copa del Rey y Champions League.