Bacelona atraviesa una crisis futbolística a la que no acostumbró a transitar en los últimos años. Después de haber quedado con un pie y medio afuera de la Champions League tras caer 4 a 0 ante PSG, este domingo estuvo cerca de repetir la historia en La Liga, pero Lionel Messi salvó las papas una vez más, y aportó los goles para triunfo 2 a 1, por la Fecha 23 de la Liga de España, ante el Leganés que en esta temporada está jugando por primera vez en su historia en la máxima categoría.

En el amanecer del encuentro, Luis Suárez asistió a Messi, que solo tuvo que empujarla para poner el 1-0 a los 4 minutos en lo que parecía ser el inicio de una goleada pero nada de eso sucedió. El equipo visitante (aprovechando el mal momento de los de Luis Enrique) le jugó de igual a igual e incluso generó varias situaciones claras, que empezaron a convertir a Ter Stegen en figura.

De tanto ir, el Leganés encontró la igualdad a los 26 del segundo tiempo tras un error de Sergi Roberto que perdió la pelota en salida y le regaló el ataque al rival: Darwin Machis dominó en el área y lo vio llegar a Unai López, quien marcó el 1-1 ante una floja respuesta del arquero de Barcelona. Se le escapaba el partido a los catalanes, pero a los 43, tras una falta en el área sobre Neymar, Messi se hizo cargo de devolverle la alegría al Camp Nou con un fuertísimo remate de penal. La Pulga dejó evidenciar la bronca que le genera el momento de su equipo y ni siquiera hizo un gesto para celebrar el tanto.

Así, los culés se mantienen a un punto del Madrid, aunque el líder de La Liga debe dos partidos: Valencia, este miércoles, y Celta de Vigo. De todas maneras, las dificultades que tuvo el Barcelona para superar a un equipo tan humilde como el Leganés demuestran que las cosas no andan bien.