Las localidades se conocen por sus costumbres y tradiciones, pero, sobre todo, gracias a su gente. Elonce recorre suelo entrerriano en el marco del micro Espejo de mi Tierra para dar cuenta de las celebraciones que hacen grande a sus pueblos. Tal es el caso los festejos que protagonizarán los integrantes de la comparsa Malibú, que en este 2024 cumplirá 50 años de trayectoria haciendo sambar a todos durante las noches de enero y febrero en Hasenkamp.

“Comencé en 1975, con casi nada de material, y con el tiempo fuimos creciendo con todas las familias allegadas del pueblo, pero no teníamos sede, sino que en casa teníamos un poco de cosas”, contó a Elonce una de las fundadoras de la comparsa, Blackie Pesoa.

Y continuó: “Con el tiempo, fuimos creciendo y, en el primer año, compramos un poquito de material; en el segundo, viajamos a Paraná a comprar los tambores, redoblantes y bombos de una comparsa que se había desvanecido. Los padres se entusiasmaron porque la comparsa venía más linda y más numerosa; las pequeñitas fueron creciendo y armaron una hermosa comparsa”.

“Pasaron cuatro años y recurrimos a gente de Corrientes, donde encontramos diseñador, bailarín y coreógrafo; desde ahí, empezamos a movernos en otro nivel porque los trajes fueron superiores”, repasó una de las iniciadoras de Malibú. Para Pesoa, Malibú significa “música, color, alegría y glamour”.

Según la definió el presidente de la comparsa, Blackie es el puntal de Malibú. “Ella es humilde, pero es pintora y nos asesora con los colores, cuando tenemos que matizar para darle forma a los rostros”, sostuvo Daniel Mansilla.

“El carnaval está muy arraigado en Hasenkamp”

El correntino repasó que, “antes, había competencia entre las dos comparsas por puntos, puestos y ganador; de hecho, llegó un momento en el que llegó un momento en el que llegó a ser anti-carnaval. Pero eso después se dejó y, ahora, la competencia es por ser mejor, no por plata, y eso hizo más sano al carnaval y ayudó mucho a que crezca; entre las dos comparsas tratamos de superarnos todos los años e invertimos mucho tiempo, esfuerzo y dinero para que las comparsas salgan como salen”.

Malibú, con carrozas imponentes y hermosas bailarinas envueltas en trajes de lentejuelas y plumas, transita por la pasarela del corsódromo contando y cantando fantasías, sorprendiendo y seduciendo con su espectáculo.

“Para Malibú, el carnaval es como una obra de teatro”, sentenció Mansilla y, según anticipó, “por los 50 años, Malibú echará toda la carne al asador”. (Elonce)