La viruela del mono, una enfermedad que se originó en la década del 70, ha vuelto a ser motivo de preocupación mundial tras un reciente brote. En conversación con Elonce, el Director de Epidemiología de la provincia, Diego Garcilazo, explicó que aunque la enfermedad pasó algo desapercibida durante el 2022 debido a la pandemia de COVID-19, ya se había registrado un brote significativo en Argentina, particularmente en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

"La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró nuevamente a esta enfermedad como una emergencia sanitaria de interés internacional. Esto se debe a la aparición en África de una nueva variante del virus, más contagiosa y capaz de generar cuadros más graves, afectando a grupos poblacionales que antes no eran vulnerables", afirmó Garcilazo.

La viruela del mono suele ser más frecuente en niños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas, quienes pueden desarrollar formas más severas de la enfermedad. Según Garcilazo, "la OMS está preocupada por esta situación y emitió una alerta internacional para que los países intensifiquen la vigilancia clínica y de laboratorio, clave para dar recomendaciones y seguir la evolución de esta epidemia, que se ha manifestado principalmente en África hasta el momento".

En cuanto a la disponibilidad de vacunas, Garcilazo comparó la situación actual con la que se vivió durante el inicio de la pandemia de COVID-19. "A diferencia del COVID-19, para la viruela del mono ya existe una vacuna. Sin embargo, no es de uso habitual porque la enfermedad era considerada rara y localizada en ciertas zonas de África. Existen tres vacunas, de las cuales dos son especialmente importantes para prevenir esta enfermedad, pero su uso está focalizado en las regiones donde son más necesarias", explicó.

El director también subrayó que, aunque por el momento no se ha informado de una llegada significativa de vacunas a Argentina, podrían ser accesibles en un futuro cercano si la situación se agrava. "Por ahora, las vacunas están disponibles para personas que lo necesiten específicamente, como aquellos con defensas muy bajas, embarazadas o niños. No se contempla, al menos por ahora, una vacunación masiva para la población general", precisó.

Sobre los síntomas, Garcilazo describió que "como en muchas enfermedades, todo comienza con un cuadro febril, y luego, a los días, aparecen manchas en la piel, en la cara, en las manos y en las zonas genitales. Esas manchas evolucionan a vesículas, muy parecidas a las lesiones de la varicela. También se pueden presentar adenomegalias, es decir, ganglios aumentados de tamaño, lo cual es muy característico".

La mayoría de los casos de viruela del mono se resuelven de manera espontánea sin necesidad de tratamientos específicos, más allá de los destinados a bajar la fiebre. "Generalmente, la enfermedad dura unos 15 días, pero puede extenderse hasta 40 días y durante todo ese período es contagiosa. Es crucial que las personas afectadas se aíslen para evitar contagiar a otros, especialmente a los familiares", advirtió Garcilazo.

Además, el contagio de esta enfermedad se produce por contacto directo con la piel, vía respiratoria o por compartir objetos contaminados como cubiertos, vasos y ropa de cama. "Todo ese tipo de cosas es lo que produce el contagio," insistió.

Finalmente, detalló que en lo que va del 2024, se han confirmado ocho casos de viruela del mono en Argentina. "Lo que se pudo detectar en estos casos es que sigue siendo la misma variante que circuló en 2022. No estamos viendo la nueva variante que preocupa en África. Sin embargo, un dato que nos alerta es que uno de los casos confirmados en la región fue en la ciudad de Santa Fe, en una persona que no tenía antecedentes de viaje".

En cuanto a la demografía de los afectados, Garcilazo destacó que "en Argentina, la mayoría de los casos reportados tienen un promedio de edad de 30 años, en contraste con África, donde la mayoría de los casos son en niños menores de 15 años."

"A pesar de que la situación actual es similar a la de 2022, las autoridades sanitarias se mantienen en alerta, atentos a cualquier cambio en la evolución de esta enfermedad", concluyó el Director de Epidemiología de la provincia.