La Selección Argentina aterrizó este viernes al mediodía en el aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza luego del largo viaje que tuvo desde Maturín, Venezuela, con escala intermedia en Barranquilla, Colombia.

 

Este viernes 11 de octubre, el plantel almuerza en el predio Lionel Messi de la AFA y es liberado hasta el sábado al mediodía, para continuar con la puesta a punto de cara al encuentro con Bolivia en esta segunda jornada de Eliminatorias Sudamericanas.

 

El sábado, a partir de 16:30 horas habrá un entrenamiento, a puertas cerradas. Luego, los jugadores argentinos serán liberados hasta el día domingo.

Jugadores a disposición

Para el partido ante el conjunto boliviano, Lionel Scaloni recuperará a Cristian Romero, que cumplió con una fecha de suspensión, y podrá tener a disposición a todo el plantel. En ese sentido Alexis Mac Allister, que fue resguardado ante Venezuela, podrá estar frente a Bolivia.

 

Por su parte, Gonzalo Montiel, Giovani Lo Celso, Enzo Fernández, Exequiel Palacios, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Lautaro Martínez y el propio Alexis tienen una amarilla y deberán cuidarse en el Monumental: una amonestación les impediría estar presentar para la próxima fecha contra Paraguay,

 

El partido de la Selección argentina ante Bolivia por las Eliminatorias Sudamericanas se jugará el próximo martes a las 21 en el estadio Monumental.

 

Lo que viene

Pese a que el duelo ante Bolivia de local parece, a priori, uno de los más sencillos de todas las Eliminatorias, la realidad marca otra cosa. Desde que Oscar Villegas asumió como técnico, luego de una flojísima Copa América, la Verde ganó sus tres partidos de Eliminatorias, frente a Venezuela, Chile y Colombia. Al combinado de Ricardo Gareca le ganó como visitante, algo que no hacía desde 1993.

 

Además, la Selección Argentina viene de sumar un punto de los últimos seis, situación extraña para un equipo que está acostumbrado a superar a todos sus rivales. Pese a que no es una crisis ni mucho menos, sumar tres puntos en casa es crucial para no perder el liderazgo en el certamen y acariciar la clasificación a la próxima Copa del Mundo.