Horas antes de que Ángel Correa y Thiago Almada fueran convocados al Mundial estaban juntos jugando un picado en un barrio de Cañuelas, de vacaciones, en modo amateur, sin saber que ambos (no uno, los dos) recibirían al otro día el llamado para sumarse a la concentración argentina para disputar la cita máxima del planeta fútbol.

Es de creer o reventar, pero el desgarro en la primera práctica en Doha de Nico González y la molestia en la rodilla que sufrió Joaquín Correa, hicieron que Scaloni tuviera que desafectarlos y, en orden cronológico, primero fue por Angelito y luego por Thiago, quienes aparecen juntos en una foto, en una imagen totalmente alejada de cualquier escenario mundialista.

Ambos jugadores estaban en la lista de reserva de 32 jugadores que había mandado Scaloni a la AFA, antes de hacer el corte definitivo de 26, que finalmente debió modificar a partir de las bajas de González y Tucu Correa. Es decir, fueron alternativas lógicas en algún punto, ya que eran jugadores que se habían quedado afuera en el último tramo. Sobre todo, Angelito, quien hasta último momento había perdido su asiento con el delantero del Inter y Paulo Dybala.

El partido se jugó en un predio de fútbol que queda en cañuelas cerca del Club de Campo La Martona. Fue un picado que habitualmente juegan entre amigos la gente que representa a ambos jugadores todos los marte a la noche y que esta semana aprovecharon que los dos se encontraban en Buenos Aires para invitarlos (Angelito había arribado al país el domingo).

Thiago llevó un equipo de amigos para jugar y Ángel, a Daniel Ibañez (el volante central de su categoría en San Lorenzo, que ahora juega en Argentino de Quilmes). Ademas, estuvo -pero no jugó- Hernán Pellerano, quien posó con los dos y posteó la foto.

Después del partido hubo un asado, aunque no se tocó el tema Mundial por respeto a Correa: la idea era despejarle la cabeza dado que había sido un gran golpe para él haber quedado afuera de la lista de 26.