Pablo Mouche, de paso fugaz por San Lorenzo en 2018, recordó lo que fueron sus meses en el equipo azulgrana. Su rendimiento no fue el esperado y rápidamente pegó la vuelta al Palmeiras (equipo que lo había cedido a préstamo sin cargo). Sin embargo, durante su corta estadía notó una serie de cuestiones que le llamaron la atención y seis años más tarde las dio a conocer.
"Estuve 6 meses en 2018 y noté un club grande muy mal estructurado", comentó el exjugador en DSports. Los últimos años del CASLA no fueron para nada buenos en términos dirigenciales y deportivos. Acumuló deudas millonarias en dólares, quedó inhibido en varias oportunidades y a día de hoy sigue arrastrando esos problemas.
Las deudas llevan a los clubes del fútbol argentino a hacer cosas impensadas con el fin de ahorrar un poco de dinero y el exdelantero de Boca recordó lo que le tocó vivir en primera persona: "Almorzábamos una vez por semana y eran fideos de paquete en un bowl de cereales. Con algunos compañeros llevábamos cubiertos y platos para comer en buenas condiciones".
Además, agregó: "He jugado en Lanús y Banfield y estaban a años luz de lo que viví en San Lorenzo". Una dura etapa que atravesó el Ciclón y que le tocó vivir al exdelantero. También reconoció que algunos cambios positivos se dieron cuando se marchó de la institución: "El vestuario y el gimnasio se renovó recién cuando me fui. Ahora sí está bien la estructura porque tienen un gimnasio, comedor y vestuario nuevo".
Más allá de que algunos inconvenientes se solucionaron, todavía hay otros que tienen que resolverse y que están fuertemente influenciados con lo deportivo. Y uno de ellos es el tema del entrenador: la dirigencia le puso punto final a Insua, que le cambió la cara al conjunto de Boedo, y Romagnoli agarró de interino. Los Matadores se encuentran en la búsqueda de un nuevo técnico, pero varios apuntados ya le dijeron que no, por lo que el Pipi sueña con quedarse en el cargo.
(TyC Sports)