REDACCIÓN ELONCE
La Justicia avanza en la investigación de la presunta estafa a decenas de personas en Paraná, que depositaron fondos no declarados en la denominada “Mesa de dinero” manejada por un contador y otros socios, los cuales, pagaban intereses superiores a los del mercado financiero, a los ciudadanos que consignaban fondos para obtener el beneficio económico.
Uno de los acusados es Julio Gamarci, quien a través de Elonce explicó cuál fue su rol dentro de la financiera y disparó contra el abogado que representa a los denunciantes, Claudio Berón.
El abogado paranaense repasó que estuvo un mes y una semana en la financiera como “encargado de la restructuración de la cartera de deuda porque la firma tenía dificultades”. “Mi trabajo terminó a fines de septiembre, porque luego tenía un compromiso deportivo”, contó el ex entrenador de la selección nacional de softbol y ex subsecretario municipal de Deportes.
Gamarci, quien asumió que se encuentra acusado como presunto miembro de una asociación ilícita dedicada a estafar a personas a través de una entidad financiera, instó a “dividir los hechos de las opiniones, porque los hechos son sagrados y las opiniones son libres”.
Y a continuación repasó que, “según el expediente, hay incumplimientos contractuales y el fiscal está investigando a fondo sin dejar ninguna hipótesis libre para determinar si se trata de una estafa o si, por el contrario, no hubo delito y se está ante una empresa que tuvo un quebranto económico y el reclamo debería ser civil y comercial”.
Gamarci apuntó al querellante
En la oportunidad, Gamarci apuntó al abogado que representa a los denunciantes, Claudio Berón, porque “se dieron por ciertos muchos de sus dichos”. “Me acusó en los medios cuando yo estaba en Costa Rica”, acotó y cuestionó que “dijo que traía clientes y tenía una participación desde hacía mucho tiempo”. “Lo que sus clientes no saben es que él era cliente de la financiera y no es un denunciante”, disparó y sostuvo que llamó su atención que no haya denunciado los movimientos económicos de la financiera “siendo tan severo en sus aseveraciones”.
Asimismo, el abogado desmintió que el perjuicio económico generado por la “Mesa de dinero” ascienda a 55 millones de dólares. “Nadie puede aseverar cuánto es el dinero que representa a la totalidad de los damnificados que se presentaron como denunciantes”, destacó.
“Hay personas que tienen obligaciones que no están vencidas, con lo cual, el incumplimiento es en expectativa; y otras que, efectivamente, sus acreencias están en mora”, explicó. Y remarcó: “No desconozco que haya incumplimientos a personas con las que traté de buena fe y a las que les aclaré que ingresé porque la financiera tenía dificultades y mi trabajo era trabajar sobre los inversionistas; con la otra punta del negocio financiero nunca tuve nada que ver y tampoco es mi trabajo”.
“No fui parte de un engaño”
En su defensa, Gamarci dijo no respaldar ni defender el incumplimiento contractual e insistió: “De mi parte, no hubo ningún tipo de engaño”. “Me contrataron para que las salidas corrientes tengan un determinado tope, pero si hay una corrida bancaria, una financiera es mucho más frágil y por eso paga más. Pero cuando se produce una salida sucesiva porque las personas desconfían, éstas tratarán de sacar su dinero, que es lo entendible”, expuso.
El abogado explicó que la financiera era “una sociedad anónima simplificada que actuaba dentro del sistema financiero no bancario; y la relación jurídica con las personas con las que trataba era a través de contratos plenamente legales”.
“Si hubiera percibido la existencia de un delito, me hubiera apartado porque no tengo intereses ni de proteger ni de encubrir a nadie. Es más, me solidarizo con las personas que hayan tenido un perjuicio”, destacó a Elonce.
Consultado a Gamarci qué opinión le merece la vida de lujos que llevaba y ostentaba en redes el otro imputado, Matías Santamaría. En respuesta, el abogado se definió como “una persona austera y proveniente de un deporte amateur”. “La ostentación nunca me mereció una buena opinión, ni de parte de Santamaría ni de nadie porque es absolutamente innecesario y sobre todo en un país como el nuestro, que es muy sufrido”, mencionó. De igual manera, acotó que “la ostentación no constituye un delito en sí mismo, aunque sí genera un rechazo en la opinión popular”.