Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) advirtió que, en el año 2025, los jubilados que perciben la mínima no experimentarán un incremento real en sus haberes debido al congelamiento del bono de $70.000, una medida adoptada por el Gobierno y que se mantendría durante todo el próximo año.
Esta decisión afectará especialmente a aquellos que dependen del bono como complemento a sus ingresos, ya que no se ajustará a la inflación, afectando su poder adquisitivo.
El informe destaca que, si la inflación logra bajar en 2025, con un porcentaje mensual del 2% al final del año, lo que implicaría una inflación acumulada del 48%, los jubilados podrían experimentar una mejora de hasta un 15% en sus haberes reales en comparación con 2024.
Sin embargo, el documento aclara que si el Gobierno decide mantener fijo el valor del bono en $70.000 durante todo el año, el "ingreso anual real de las personas que cobran la mínima sería prácticamente igual al del año 2024", lo que indica que el poder adquisitivo de los jubilados no mejorará.
Gasto previsional
Según el análisis del IARAF, la decisión del Gobierno de congelar el bono tendría un impacto en el gasto público de las jubilaciones, con efectos más pronunciados en el primer semestre del año. "De ambos comportamientos surge un gasto real mayor durante los primeros seis meses del año y un gasto real menor durante el segundo semestre del año 2025", explica el informe.
El gasto del primer semestre del año podría ser hasta un 12,5% superior en términos reales al del primer semestre de 2024, pero se prevé que en el segundo semestre de 2025 este gasto se estabilice, con una variación interanual prácticamente nula.
Este informe también señala que si se analiza la variación interanual acumulada de los primeros meses del año, el primer bimestre podría registrar la mayor suba real, pero a partir de allí se espera un descenso gradual. "El crecimiento anual esperado del gasto previsional en 2025 sería del 5,7%, aproximadamente", afirma el estudio.
Caída del poder adquisitivo de las jubilaciones en 2024
En cuanto al año 2024, el IARAF explica que la caída del poder adquisitivo de las jubilaciones fue el principal factor que originó la caída real del gasto público en jubilaciones. Durante los primeros cinco meses del año, los haberes fueron ajustados en función de la inflación de los dos meses previos, mientras que el bono se mantuvo fijo. Esto provocó un desajuste entre la inflación real y el poder adquisitivo de los jubilados, lo que se reflejó en una caída significativa del gasto.
El informe detalla que, entre enero y octubre de este año, la caída real interanual del gasto en jubilaciones fue disminuyendo progresivamente. “De una baja real interanual del 33% en el mes de enero se pasó a una del 13% real interanual en octubre”, indica el reporte.
Si bien las proyecciones para el próximo año resultan inciertas, el informe del IARAF sugiere que es posible que, en noviembre y diciembre de 2024, se registre una leve suba en el gasto previsional. "Es posible que el gasto en jubilaciones tenga una suba real interanual del orden del 0,6% en noviembre y una del 2,9% en diciembre", estima el IARAF. Esto marcaría una leve mejora, aunque no suficiente para compensar las caídas anteriores.
El estudio concluye que, después de varios meses de caídas constantes en los haberes jubilatorios, "el último bimestre finalizaría con una suba real interanual". Sin embargo, esta suba sería modesta y no compensaría la pérdida acumulada a lo largo del año, dejando a los jubilados con una situación económica incierta para el próximo período. (Con información de Ámbito Financiero)
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