Quien más tiene, más quiere. ¿Cuántas veces habremos escuchado esa frase, que tiene mucho de cierto? Y en esta ocasión aplica a la perfección para Juan Martín del Potro. El argentino se fue oficializado como en el número tres del ranking de la ATP pero no se conforma haber llegado al podio por primera vez en su carrera. Ahora quiere seguir subiendo.
Para eso deberá superar nada más y nada menos que a Rafael Nadal y Roger Federer, dos de los más grandes tenistas de la historia. Aunque la tarea no será nada fácil.
La primera oportunidad para acercarse será el Masters 1000 de Cincinnati, esta semana. Delpo tiene 5410 puntos, Federer 6480 y Nadal 10220, tras haberse consagrado campeón en el Masters 1000 de Toront. O sea que está a 1070 del suizo y a 4810 del español.
En Cincinnati, el argentino tiene que defender apenas 90 puntos, ya que el año pasado perdió en octavos de final. Por su parte, para el suizo será todo ganancia ya que en 2017 no estuvo presente, mientras que el español, que llegó a cuartos de final (180 unidades), no defenderá esos puntos ya que avisó que no jugará el torneo.
¿Qué significa esto? Que el tandilense no podrá llegar al dos del ranking luego del próximo certamen, ya que si sale campeón (1000 puntos) no superaría la línea de Roger.
<b>Un club muy exclusivo</b>
Con este nuevo lugar en el ranking, Juan Martin del Potro se sumó al grupo de los argentinos top tres del mundo, que sólo estaba integrado por Guillermo Vilas, Guillermo Coria y David Nalbandian.
Willy, el hombre que cambió el tenis argentino, es el socio fundador. Fue dos veces número dos del planeta, en 1975 y en 1977, cuando los cálculos le jugaron en contra y no lo nombraron como el mejor de todos por una simple cuestión matemática pese a ganar Roland Garros y el US Open, ser finalista del Abierto de Australia, lograr el récord histórico de títulos en una misma temporada (16) y de mayor cantidad de victorias en un año (145).
Tuvieron que pasar 29 años para que ingresara el segundo miembro: fue Guillermo Coria. El santafesino trepó hasta el tercer puesto en 2004, cuando se quedó con el ATP de Buenos Aires y el Masters 1000 de Montecarlo, y perdió la recordada final de Roland Garros con Gastón Gaudio.
Dos años más tarde, David Nalbandian recibiría su carnet luego de una temporada exitosa, aunque apenas logró el título en Estoril. Pero fue semifinalista del Masters, Roland Garros, del Abierto de Australia, y de los Masters 1000 de Madrid, Roma y Key Biscayne.