Policiales Paraná

Joven que atacó con piedras a un policía deberá cumplir prisión domiciliaria

Tiene 19 años y está acusado de atacar con piedras a la Policía y provocarle fractura de cráneo al oficial Alejandro Camusso, en barrio San Agustín. Deberá cumplir prisión preventiva en la casa de su abuela.

7 de Enero de 2019

Marcos Antonio Romero de 19 años fue la persona imputada por la Tentativa de homicidio del oficial de la comisaría quinta de Paraná, Alejandro Camusso de 38 años.

 

En la audiencia celebrada este lunes en los tribunales de Paraná, el fiscal en feria Mariano Budasoff le reclamó al juez de Garantías Eduardo Ruhl, 60 días de prisión preventiva en la cárcel de Paraná.

 

Hizo referencia el acusador público, que Romero, en base a testigos, incluso lo que él escribió en su perfil de Facebook, admitió ser el responsable de la agresión.

 

Recordó que el incidente se registró en la Plaza Eva Perón de San Agustín, donde había entre 40 a 50 personas peleandose por formar parte de dos bandas antagónicas.

 

Al llegar personal policial a tratar de calmar los ánimos, de atrás, a corta distancia y con la intención de lesionarlo le arrojaron un "pedazo de hormigón armado que impactó de lleno en la cabeza", dijo el fiscal.

 

"Camusso estuvo y está con graves lesiones, padeció hundimiento y fractura craneal por lo que debió ser internado e intervenido quirúrgicamente. Por la intervención de los médicos logró ser estabilizado", mencionó el Budasoff.

 

Por ello entendió la necesidad de disponer la preventiva para resguardar la investigación, en especial a los testigos que deben declarar, y conociendo el tipo de relación de las bandas que amenazan a los vecinos, es más que importante garantizar el avance de la causa.

 

"Además se está frente a un grave hecho, de Homicidio en grado de tentativa por el momento, por lo que se está frente a una hipotética pena que arranca en los cinco años y cuatro meses de prisión efectiva", referenció el fiscal.

 

<h5>Morigeración</h5>

 

A su turno, el defensor de Romero, Juan Domingo Cabrera trató de reducir el pedido de la fiscalía, y para ello propuso medios alternativos para asegurar la investigación. Por ello solicitó la prisión domiciliaria en la casa de la abuela del imputado, en calle España al final, en el barrio Villa María, bastante lejos de la barriada donde ocurrieron los graves incidentes.

 

En ese marco, el letrado hizo saber al juez que cuenta con datos aportados por los familiares que dan cuenta de la inocencia de Romero.

 

Los allegados al imputado hicieron saber a UNO que el que arrojó el adoquín es otra persona que podría ser perfectamente identificado por la policía.

 

Con estos argumentos, el juez Ruhl acompañó el pedido de la fiscalía, pero entendió que por su juventud y falta de antecedentes es que podría asegurarse la investigación con la prisión domiciliaria y la colocación de la tobillera electrónica.

 

Le advirtió a Romero y a su abuela que el imputado no puede salir de la vivienda, para lo cual la mujer se hace responsable de la prisión domiciliaria y que en caso de inclumplirla sería merecedora del delito de Desobediencia judicial, y el muchacho -en esa hipótesis- sería derivado de inmediato al penal.

 

"Atacar a un Policía que fue a cumplir con el deber de tranquilizar los ánimos, es avanzar en un delito, pero si además se le producen lesiones que le pudieron ocasionar la muertes, es mucho más grave la acusación que se le está formulando y de allí la seriedad de esta investigación", le espetó Ruhl al muchacho que no habló ni una palabra en la audiencia.

 

También consideró oportuno hablar de los problemas de violencia en los barrios de Paraná. "En nuestra justicia se han investigado numerosas causas por enfrentamientos entre grupos en pugna, muchos armados, y otros con un nivel de belicosidad tremendo. De allí es que hay una postura de atacar con la mayor contundencia este tipo de incidentes", reflexionó finalmente.