En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) dejó de ser una simple tendencia para convertirse en una herramienta indispensable en muchos aspectos de la vida cotidiana. Desde ayudar a resolver consultas generales hasta realizar tareas más complejas, la IA ofrece soluciones eficientes en diversas áreas. Hoy en día, se utiliza para todo, desde generar contenido hasta optimizar diseños, hacer análisis de datos o incluso asistir en la toma de decisiones en tiempo real.

En el ámbito laboral, la IA se integró rápidamente en diversas empresas e industrias, transformando la forma de trabajar y mejorando la productividad. Sin embargo, este avance también genera preguntas importantes: ¿cómo se puede aprovechar estas herramientas para tareas más allá de lo que conocemos, como en la creación de presentaciones o desarrollo de proyectos?

A medida que las empresas incorporan tecnologías más avanzadas, también surgen dudas sobre cómo los trabajadores podrán adaptarse a este entorno en constante cambio. Mientras la IA promete aumentar la eficiencia, también plantea la pregunta de si algunas profesiones quedarán obsoletas, o si, por el contrario, surgirán nuevas oportunidades que antes no se imaginaban.

El tema fue debatido en El Ventilador, que se emite martes y jueves a las 21.30.

Horacio Piceda, especialista en comunicación digital y redes sociales, explicó que “hay un riesgo, hasta te pueden reemplazar. Hay una aceleración de los tiempos y procesos, de dos años a esta parte. Hace dos años hubo un boom. Esa primera inteligencia artificial era muy mentirosa, rústica, los dibujos eran muy feos. Ahora todos los días surge una nueva IA”.

“Hay buscadores donde podés poner para qué querés utilizar la inteligencia y te aparecen las aplicaciones. Se puede animar una foto, hacerla hablar en distintos idiomas. También se pueden animar las fotos, hacerlas mover”, dijo.

Informó que “hay que entrenar las IA, las figuras, la tonalidad, el tono que tenemos los entrerrianos, durante un tiempo, para que la máquina aprenda”.

Consideró que “es una revolución casi semejante a la industrial. Nosotros vivimos la revolución de internet y pensamos que no nos íbamos a meter en esto, que era una porquería y demás. Vivimos la revolución de las computadoras, porque muchos escribíamos a máquina. Siempre hubo rechazo al cambio. Otra revolución fue el celular, mucha gente se negaba a usarlo y seguía con el fijo”.

Indicó que “pasa lo mismo que con la brecha tecnológica: hay gente que tiene acceso a tecnología de punta, lo tiene mucho más fácil y sencillo, y hay otra inmensa mayoría que no tiene acceso a esa tecnología. Acá juega un papel muy importante la educación, de cómo se integran todos estos nuevos procesos de forma mucho más rápida que la que puede hacer un ministerio, la justicia y demás”.

“Pregunté a la IA cuáles son los trabajos que están más en riesgo y me dijo que los conductores de camión y taxi, operarios de manufacturas, cajeros de tiendas, analistas de datos básicos, recepcionistas, traductores, contadores, periodistas de noticias, entre otros”, señaló.

Consideró que “estamos viviendo una situación similar a lo que pasó con las redes sociales. Podemos estar a favor o en contra, pero no se puede retroceder ni negar”.

Sobre las carreras del futuro, explicó: “si me preguntaban hace dos años diría que programador, aquel que programe aplicaciones, y hoy sin embargo las IA arman las aplicaciones. Creo que siempre las humanistas, las que tienen que ver con algo nuevo, con curar la IA. La inteligencia artificial te da algo, pero quien le da el ok es el humano”.

“Hay que tener en cuenta que el ChatGPT y otras apps son como el predictivo del celular. Puede tener alucinaciones. Las cuestiones que son de máquina, de cosas generales, cosas que fue tomando intuitivamente de fuentes que a lo mejor no eran buenas o que lo fue llevando para otro lado, necesitan del humano, del corrector, del editor, de quien le diga que esto es verdad y esto es mentira. A los chicos en la escuela les pasa que hacen rápido su tarea y su proyecto a veces tienen errores”, agregó.

“El estado tiene que acompañar, tiene que modernizarse y ver cuáles son las cosas que pueden ayudar a la población a mejorar. Habría que ver en conjunto con las universidades, escuelas y demás, ver cómo se adopta esto lo más rápido posible porque los chicos ya lo adoptaron”, finalizó. Elonce.com