Pese a que el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, aseguró que el presidente de FIFA, Gianni Infantino, obligó a Boca a jugar la final bajo apercibimiento de quedar eliminado e impedido de disputar futuras competiciones internacionales, el mandamás del fútbol mundial desmintió los dichos: "No pedí que se jugara la final ni amenacé con sanciones".
"Quiero aclarar, debido a la serie de falsos rumores diseminados, que no pedí en momento alguno que se jugara el partido. Tampoco amenacé a nadie con sanciones disciplinarias en caso de que el juego no tuviera lugar. Cualquier decisión sobre éste partido pasa por la Conmebol, nunca por la FIFA", explicó Infantino en una entrevista con el diario La Nación.
En la tarde del domingo, D'Onofrio había asegurado que existieron presiones por parte del máximo ente del fútbol mundial para que el Xeneize salga a la cancha: "Conmebol había decidido que se juegue a las 19.15 y yo escuché al presidente de la FIFA que le dijo al de Boca que se tenía que jugar", declaró en conferencia de prensa