Después de un sinfín de idas y vueltas en las negociaciones, los directivos de los bloques antagónicos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) lograron un principio de acuerdo para salvar la Casa Madre y encontrarle solución al conflicto por los intereses contrapuestos por el desarrollo de las elecciones presidenciales y la creación de la nueva Superliga.

Las partes acercaron sus posturas por la tarde, con una reunión de la que participaron Daniel Angelici (uno de los líderes del grupo de los clubes grandes) y Claudio Tapia (cara visible del Moyanismo). También estuvo presente Luis Segura, el actual mandatario, que realizó un viaje relámpago desde los Estados Unidos tras las renuncias de hombres fuertes que se oficializaron en las horas más recientes (Matías Lammens y Rodolfo D'Onofrio, además del portazo del Presidente de Boca).

Unas horas más tarde del primer meeting, los representantes más influyentes de cada espacio dieron creación a dos comisiones especiales para derivar en un entendimiento que favorezca a ambos: por un lado aparecen Lammens, D'Onofrio y Pascual Caiella (vicepresidente de Estudiantes), mientras que Tapia, Hugo Moyano y Nicolás Russo son las personalidades de la otra vereda ideológica.

Según se supo de las charlas iniciales, los dirigentes habrían acordado la reforma inmediata del Estatuto que rige a la entidad y la aprobación de la Superliga de 30 equipos dentro de la órbita de la AFA; a cambio, los comicios para la designación de un nuevo pope se celebrarían lo antes posible, pese a la prohibición de la Inspección General de Justicia (IGJ) por diversas irregularidades. En su momento fueron programados para el 30 del corriente.

Los protagonistas plantearon en la mesa chica una fusión entre el Estatuto de la AFA con el de la Superliga, para darle marco a la convivencia formal de cara al futuro. El pacto para pulverizar la historia vergonzante de escándalos y enfrentamientos dialécticos parece encaminada, aunque mañana volverán a juntarse (no trascendió el lugar) para avanzar en la realidad del consenso.

Raúl Gámez, uno de los testigos presenciales de lo ocurrido a lo largo del día en la AFA, adelantó que las buenas noticias estarían al caer. "Me voy tranquilo, feliz de haber escuchado lo que escuché. Van a discutir los temas punto por punto, pero se van a poner de acuerdo", vaticinó el mandamás de Vélez.