El mundo del fútbol se cobró una nueva víctima después de que este lunes por la madrugada se halló el cuerpo de un hombre sin vida en el Estadio Diego Armando Maradona horas después del empate de lo que fue el empate del Napoli ante el Milan (2-2) por la décima jornada de la Serie A.

El periódico italiano La Gazzetta dello Sport informó que la víctima en cuestión se llamaba Antonio Scotto Di Luzio, de 42 años, quien había intentado ingresar al recinto napolitano sin entradas junto a un amigo.

Según el medio en cuestión, el amigo de Di Luzio contó a la policía cómo fue el recorrido que habían hecho para intentar llegar a las gradas. Ambos se metieron por un túnel pero en un momento dado, el hombre desistió de seguir avanzando al ver que una viga bloqueaba su paso, por el contrario, la víctima insistió, trepó sobre ella y finalmente cayó desde una altura de casi 20 metros.

El cuerpo del hombre de 42 años y oriundo del municipio napolitano de Bacoli, fue encontrado durante la madrugada en un parking abandonado del estadio, justo debajo del sector destinado a la afición visitante del recinto.

El partido al que habían intentado colarse acabó en un empate a dos que había comenzado con un doblete de Olivier Giroud. El conjunto napolitano, sin embargo, consiguió reaccionar para reducir la brecha en la pelea por el título, ahora con el Inter con siete puntos más.

En el cuarto enfrentamiento del año natural entre Napoli y Milan, el primero de la temporada y el primero desde los cuartos de final de la Liga de Campeones de la pasada campaña que dejó una herida abierta, los dos últimos campeones del Scudetto se midieron para disipar las dudas que se ciernen en torno a ambos equipos en este inicio del campeonato.

Los de Napoli, sin Osimhen ni Anguissa y con Rudi García en el punto de mira, incapaz de igualar el juego que su predecesor Luciano Spalletti lució en la Serie A, volvieron a sufrir ante un Milan que ganaba por 2-0 en media hora de partido.

El entrenador decidió mover el banco de suplentes durante el descanso y los cambios rindieron frutos ya que a los cinco minutos del complemento Mateo Politano se inventó un golazo para abrir un partido que parecía sentenciado.

Trece minutos después, y envalentonado por la afición, el Napoli consiguió la igualdad a través de Giacomo Raspadori, que clavó la falta desde la frontal para empatar el partido y desatar la locura en la ciudad del Vesubio.

Con este resultado, el Gli Azzurri logró reaccionar a tiempo para evitar descolgarse por completo de la lucha por las primeras plazas y evitó que el Milan ascendiera a la segunda posición.