Lo que a primera hora de la mañana era una posibilidad efímera para el mediodía ya tenía confirmación y hasta definición en cuanto a la cantidad de entradas. Sí, aunque suene inverosímil, los superclásicos de la final de la Copa Libertadores van a jugarse con público de ambas parcialidades.

"Habrá cuatro mil visitantes", anunció el Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Martín Ocampo, luego de que el Presidente Mauricio Macri oficializara la cuestión. Es exactamente el doble de entradas que Boca le cedió a Palmeiras en el partido de ida de las semifinales, por citar solamente un ejemplo.

En aquel encuentro los hinchas brasileños se ubicaron en un sector de la tercera bandeja -antiguamente visitante- de la Bombonera. Dada la cantidad de localidades, esta vez probablemente la gente de River la ocupe por completo, lo que implicaría menos capacidad para los hinchas de Boca, puesto que el codo seguramente sea usado como pulmón.

La última vez que hubo público de River en la cancha de Boca fue en mayo de 2013, mientras que el antecedente más cercano de hinchas xeneizes en el Monumental data de marzo de 2014. Cinco años después la Libertadores les da la posibilidad de volver a hacerlo.