Política En medio del conflicto por Aerolíneas Argentinas

Gremios aeronáuticos y el Gobierno se acercan a un acuerdo

Luego de varias horas reunidos, los gremios aeronáuticos y el Gobierno estarían un poco más cerca de arribar a un acuerdo. Conocé los principales puntos.

11 de Noviembre de 2024
Mateo Ferrería, presente en la reunión. NA

Aerolíneas Argentinas y los gremios aeronáuticos llegaron hoy a un principio de acuerdo con el Gobierno tras una jornada de intensas negociaciones en la sede de la compañía en Aeroparque. Aunque el acuerdo debe ser convalidado por las asambleas de los sindicatos, este preacuerdo garantiza por ahora la continuidad de los servicios aéreos de la aerolínea de bandera.

 

Las conversaciones fueron complejas, con las posturas de las partes acercándose lentamente, pero sin que se alcanzara un consenso definitivo de inmediato. Después de más de siete horas de negociaciones, los representantes de los gremios, que aún no habían llegado a un acuerdo sobre la recomposición salarial en las paritarias, comenzaron a vislumbrar una solución que permitiría continuar con las operaciones de Aerolíneas Argentinas.

 

Poco después de las 14:30, llegaron a la sede de Aerolíneas en Aeroparque los representantes de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), quienes iniciaron una serie de reuniones separadas con el resto de los gremios: la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Sin embargo, pronto los tres sindicatos se unieron para llevar a cabo una negociación conjunta, aunque manteniendo reuniones separadas. La presión por encontrar un acuerdo se intensificaba.

 

Los gremios luchaban por preservar algunos de los beneficios obtenidos previamente, pero se encontraron con la firme postura del Gobierno nacional, que había instruido a las autoridades de Aerolíneas a no ceder en ciertos puntos clave, bajo la amenaza de iniciar el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), un proceso que podría derivar en el achicamiento e incluso el cierre de la aerolínea.

 

Finalmente, después de varias horas de conversaciones y varios "cuartos intermedios", durante los cuales los representantes sindicales se reunieron con sus líderes para evaluar las propuestas y contrapropuestas, comenzó a perfilarse un posible acuerdo. El núcleo de la negociación giraba en torno a modificaciones en el Convenio Colectivo de Trabajo, mientras que la discusión salarial pasó a un segundo plano. El Gobierno propuso un incremento salarial del 14%, mientras que los sindicatos habían solicitado un aumento del 35%. La negociación salarial seguirá siendo un tema pendiente.

 

El preacuerdo alcanzado garantizaría la continuidad de las operaciones de Aerolíneas y evitaría, por el momento, el inicio del Procedimiento Preventivo de Crisis, permitiendo que la compañía continúe con su actividad sin el riesgo de un recorte drástico. Ahora, los sindicatos deberán presentar el acuerdo a sus respectivas asambleas para su validación.

 

Los puntos clave del principio de acuerdo varían según el sindicato, y son los siguientes:

 

Con APLA se acordó:

 

Renunciar a los pasajes en clase ejecutiva confirmada, incluidos los de jubilados, lo que permitirá recuperar un potencial de ventas de 8 millones de dólares anuales.

Renunciar a los asientos de descanso en clase ejecutiva. En vuelos a Europa, los pilotos tenían dos asientos de descanso, y en vuelos a Estados Unidos, uno. Esto representa un promedio de 10 asientos por día, lo que se traduce en una recuperación de 5 millones de dólares al año.

Renunciar al día libre obligatorio en el cumpleaños.

Modificar la forma en que se computa el tiempo de servicio, comenzando el trabajo en el aeropuerto y no desde que suben al remis.

Cancelar los remises para capacitaciones, aunque estos seguirán siendo utilizados hasta que se concrete la baja de los contratos.

 

Con la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) se acordó:

 

Renunciar a la computación del tiempo de servicio desde que suben al remis, comenzando el horario laboral en el aeropuerto, al igual que los pilotos.

Crear un "pool de tripulantes", donde las tripulaciones ya no estarán asignadas exclusivamente a tipos de aviones o zonas (nacionales o internacionales), sino que podrán volar en cualquier aeronave y ruta.

Renunciar a los horarios de descanso por empresa, pasando a aplicar las horas regulatorias.

Renunciar a la zona de descanso tipo cama para vuelos de largo alcance.

Aceptar la venta de productos a bordo, una práctica previamente bloqueada por los sindicatos.

Al igual que los pilotos, cancelar los remises para capacitaciones.

 

Con APA se acordó:

 

Aceptar el Self Bag Drop, permitiendo que los pasajeros entreguen su propio equipaje, tal como ocurre en la mayoría de los aeropuertos internacionales.

Validar el Auto Check-In en terminales, algo a lo que previamente se habían opuesto.

Aceptar la prestación de servicios a terceros, lo que podría generar ingresos adicionales de hasta 10 millones de dólares anuales para Aerolíneas.

Aceptar la polifuncionalidad en hangares y en otros servicios, lo que permitirá mover personal entre hangares y cambiar choferes de equipos según sea necesario.

 

Este principio de acuerdo representa un avance importante para evitar el colapso de las operaciones de la aerolínea y será clave en la estabilización de la situación, aunque aún deberá ser aprobado por las bases sindicales.

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