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Godoy Cruz goleó a Vélez y lo dejó sin invicto en Liniers

El equipo de Oldrá se impuso por 4 a 1 con dos goles de Ayoví, Cosaro y Rubén Ramírez, de penal, mientras que descontó Pratto para el Fortín. Los de Flores, llevan cuatro sin ganar y perdieron en casa después de 9 partidos.

22 de Noviembre de 2014
Ayoví fue la gran figura del encuentro.
Ayoví fue la gran figura del encuentro.
Ayoví fue la gran figura del encuentro.

Godoy Cruz aplastó a Vélez: le ganó 4-1 en el Amalfitani, le sacó el invicto en su casa y demostró por qué es el equipo más goleador del torneo. Ayoví en dos oportunidades, Cosaro y Tito Ramírez, de penal, anotaron para los mendocinos. Pratto, el descuento para el Fortín.

 

Vélez pagó caro los errores. Primero falló Papa (Zuqui le ganó la pelota en el área), y después Domínguez, rechazando mal y habilitando a los rivales. Y Godoy Cruz, que hasta ahí no había mostrado grandes cosas, aprovechó esas fallas y se puso 2-0 vía Ayoví, quien lleva 9 goles en 11 partidos. Con tres lesionados en 25 minutos (Cubero en el Fortín; García Guerreño y Fernández, en el Tomba), al partido le costó entrar en ritmo. Los del Turu Flores comenzaron a despertarse recién cuando estaba 0-2. El Fortín se adelantó y empezó a mostrar algo de determinación con Pratto a la cabeza. En la primera que le quedó, de tiro libre, la sacó bárbaro Moyano, pero en la siguiente el Oso definió cruzado y venció al arquero.

 

Pero en el segundo tiempo la historia fue similar. Vélez arrancó tomando la pelota y tocando. El tema es que eran pases más para atrás que para adelante. El Tomba, siempre haciéndola fácil, desde un tiro de esquina logró el tercero: centro, le pega Lértora y Cosaro entró solito para empujarla.

 

Poco fútbol de Vélez, ninguna idea, falta de precisión, escasa determinación. Godoy Cruz, con pocas gritas atrás, mostró esa faceta en la que te liquida cuando te ataca. Cuatro goles en Liniers no es común. Pero los de Oldrá le cortaron el invicto de local al Fortín y le llenaron la canasta. Más allá de las virtudes propias, hubo demasiados horrores del dueño de casa.

Vélez