Las sonrisas que exhibió en los minutos finales del partido que River le ganó a Atlético Nacional le dejaron paso a las lágrimas. Apenas terminó el encuentro, y el Millo se consagró campeón de la Copa Sudamericana , Marcelo Gallardo se abrazó a su hijo Nahuel durante conmovedores 30 segundos, sólo interrumpidos por los medios.
Ante las cámaras, el Muñeco, visiblemente conmovido, intentó resumir lo vivido: "Fue difícil. Pasaron muchas cosas en este semestre... Le doy las gracias a estos jugadores porque interpretaron cómo había que jugar. Hicieron un gran esfuerzo. Fueron muy solidarios. Se brindaron por sobre todas las cosas."
Luego, habló más de sus sensaciones personales: "Me siento muy orgulloso por haber logrado esto, por haber venido a este club e iniciarme como jugador, y ahora desde otro lado poder disfrutar esto."
Tras esa última pausa, respiró hondo y dijo: "Se lo quiero dedicar a mi vieja..."
Después, nada pudo hacer. Desbordado por la emoción por el recuerdo de su madre, recientemente fallecida, el Muñeco se abrazó al periodista Tití Fernández y salió corriendo hacia un costado.
Un Marcelo Gallardo genuino, que cerró un semestre complicado desde lo personal con una histórica coronación internacional.