Pocas veces se pudo observar a un Marcelo Gallardo como en la conferencia de prensa que brindó para hablar del escandaloso superclásico. El Muñeco dijo que estaba angustiado, con dolor, con bronca.
"Fue un trago amargo, una tristeza enorme haber vivido lo que vivimos, el haber sido parte de lo que pasó en la cancha de Boca. Siengo dolor, más allá de lo deportivo está lo humano. Todos los que estamos adentro nos entristecimos. Fue situación absurda por lo que fue y lo que pudo haber sido. Tenemos que ponernos contentos que los agredidos están mejor, estables, eso nos da alegría. Nos pone contentos que podamos contar con ellos. Desde mi lugar quería manifestarme y cerrar una página triste de la historia del fútbol argentino. Fue vergonzoso a nivel mundial", se descargó el DT.
Gallardo, que dijo haber estado escuchando todo lo hablado después de los incidentes, cargó contra varias voces de Boca, aunque no dio nombres. "No soy quien para comentar algo de los que quieren victimizarse y sacar ventaja. Los que estuvimos ahí sabíamos de la gravedad de las situaciones. Es indignante seguir escuchando estas idioteces. Hay que tratar de no escuchar todo eso".
Luego, al ser consultado sobre las últimas palabras de Angelici, insistió: "No voy a hacer nigún tipo de comentario de aquellos que no lo merecen. Cada uno defiende lo suyo. Ha dicho cosas que fueron cambiadas. No merece mi opinión". Además, contó que nadie de Boca se comunicó con él para ver cómo estaban sus jugadores.
También dijo que no es quien para juzgar lo que hicieeron a los rivales. "Cada uno tiene conciencia del comportamiento que tuvo. No me corresponde opinar de lo que hicieron los futbolistas y los colegas. Hay imágenes que hablan por sí solas. No voy a opinar".
El Muñeco continuó su catarsis contando que tuvo miedo por la situación de los jugadores agredidos. "No había nadie que tomara una decisión acertada sobre lo que estaba pasando". Y expresó que "el fútbol se está muriendo de a poco".
En el final, dijo que le costará sacarse de encima tanta angustia. "Me dio vergüenza que uno de los espctáculos más lindos del mundo haya sido ridiculizado por unos pocos idiotas que se sienten con derecho a pudrirlo todo. Esos idiotas están contentos o alegres. No puede ser que paguemos todos. Más allá de que la rivalidad existe, y que es linda, no se puede ser a cualquier precio. Eso te hace pensar qué carajo hago acá".