Unos días después de la derrota en el Superclásico, Marcelo Gallardo compartió una autocrítica por el rendimiento del campeón de América en el Monumental y explicó cuáles son los objetivos colectivos a perseguir antes del viaje a Japón para participar del Mundial de Clubes. Pero también se calzó los botines nuevamente y salió con los tapones de punta hacia Boca, considerando su actitud en la semana previa al juego.
"No pararon de hablar nunca de los árbitros, creo que todavía seguían hablando del córner de la vez pasada (que terminó en gol de Ramiro Funes Mori). Necesitaban generar la presión que hubo en toda la semana. Se vio cómo salían corriendo todos hacia el árbitro ante cada infracción. Vienen arrastrando de hace un largo tiempo", analizó el conductor de River, fastidioso por los comentarios que surgieron del otro lado antes de salir a la cancha y también por las quejas en el desarrollo mismo del encuentro.
El Muñeco intentó despegarse de la estrategia que atribuyó a los Primos y sentenció que "nosotros estamos tranquilos, ya terminó el partido, estamos pensando en otras cosas y de ninguna manera vamos a llorar".
Volviendo pura y estrictamente a lo concerniente a su equipo, Gallardo destacó que "el partido fue malo, Boca no hizo un gran partido y ganó con lo justo, pero nosotros también estuvimos mal". Inmediatamente explicó los motivos de la merma en el rendimiento de un elenco que viene de dar la vuelta olímpica a nivel continental: "Varios jugadores se fueron, otros tantos llegaron. Nos vamos adaptando a medida que pasan los partidos. Estamos en una etapa de acomodamiento, de ninguna manera es relax. No hemos tenido tiempo de acomodarnos, mientras tanto vamos jugando. Después de la Copa no jugamos bien ningún partido".
En tanto, el DT no se arrepintió de colocar a Milton Casco desde el inicio pese al escaso conocimiento con sus compañeros porque "conoce la posición, puede atacar más que Vega y aunque no pudimos hacerlo tanto porque estuvimos imprecisos, tampoco es que sufrimos tantos inconvenientes". Y defendió su decisión de reemplazar a Leonardo Ponzio afirmando que "es un futbolista que juega al límite y no hubiera sido bueno quedarnos con uno menos en el primer tiempo de un clásico". No hizo demasiado hincapié en la expulsión que pidieron los rivales, pero opinó que "la primera amarilla no me pareció bien sacada".
Por otro lado, Gallardo indicó que "es complicado determinar las razones de tantas lesiones", aclaró que "cuando 7 u 8 jugadores están por debajo de su nivel se complica" y después de aceptar que "el torneo quedó demasiado lejos", pasó a manifestar qué meta lo desvela de aquí a diciembre: "Tenemos que encontrarnos con nosotros mismos. Queremos volver a nuestro juego, a la sintonía que tuvimos. Si no la recuperamos, vamos a seguir con problemas. A partir de ahí, vamos a ser el equipo duro que se acostumbró a ganar".