Quique Setién fue elegido entrenador del Barcelona el 13 de enero de 2020 para suplir la salida de Ernesto Valverde. Durante su estadía en el club, no paró de recibir baldazos de agua fría, su equipo no respondió nunca, perdió 8 a 2 contra el Bayern Munich y a los tres días fue expulsado de su cargo. Un año después, habló de toda esa situación y confesó los detalles del clima en el vestuario.

En diálgo con Jot Down, el director técnico dijo: "Yo soy perfectamente consciente cuando voy a Barcelona de que voy porque no tienen a nadie más, pero lo que no puedes es renunciar a ir al Barcelona y entrenar a los mejores jugadores del mundo, entre ellos, al mejor". Y justificó su elección por el club cuando mencionó que "era la única oportunidad que iba a tener en su vida".

Pero a pesar de haber sido la oportunidad de su vida, Setién cayó en shock porque se topó con algo inesperado. "Lo que me encontré en Barcelona no lo vi en 40 años de fútbol, el vestuario no era feliz" detalló. Asimismo, aseguró: "Llegas ahí y te encuentras con un montón de cosas que realmente te llaman la atención porque, primero, desconoces ese nivel y, segundo, porque nunca he vivido un vestuario así, ni en la selección ni en el Atlético de Madrid. Era otra cosa"

Por último, manifestó que en ese contexto "habría fracasado cualquiera" y dejó en claro que, tras la salida de Messi y todos los años en los que lleva sufriendo las eliminaciones en la Champions League, "necesita una regeneración".

Setién también afirmó que el triunfo de Leo Messi en la Copa América no cambia su valoración histórica como jugador. "Ya he dicho muchas veces que Messi es el mejor jugador de todos los tiempos o al menos de los tiempos que yo he visto, porque a Pelé no le pude seguir en su esplendor. He tenido la suerte de verle catorce o quince años durante los cuales estaba deseando que jugara el Barcelona para encender la televisión y verle jugar. Yo no soy de equipos, soy de jugadores" comentó.