El consumo con tarjeta de crédito en el exterior como catalizador de la conveniencia de aprovechar determinadas variables que evidencia el mercado cambiario volvió a dar señales de recuperación. En el promedio de mayo, las cifras del Banco Central dan cuenta de una fuerte suba si se lo contrasta con el dato de mayo de 2014. La comparación resulta gráfica, ya que el dato de hace una semana refleja un promedio de stock de u$s 359 millones versus u$s 229 millones en el mismo mes de 2014. En los cinco primeros meses del año el stock de crédito en moneda extranjera con tarjeta creció 23%, a pesar de un retroceso intermensual del 4,13% en mayo.
Un análisis que tome como referencia el promedio anual de dólares demandados al Banco Central para financiar los consumos con plásticos en dólares para el 2014 y lo contraste con el que se obtiene en 2015 también puede arrojar conclusiones similares. En este sentido, mientras que el dato del último año asciende a un stock promedio de u$s 280 millones, el promedio para 2015 supera los u$s 350 millones, lo que implica un salto de prácticamente 30%. Por ende, puede inferirse que la escalada ha llegado para quedarse, al menos hasta que se experimenten cambios en las paridades monetarias.
Para los especialistas el salto del 56% materializa el resultado de la conjunción de numerosos factores. Para algunos, se trata de la estabilidad cambiaria que llegó después de la fuerte devaluación de comienzos de 2014, donde el BCRA depreció la moneda más de 20% en apenas algunas horas: eso impactó fuerte y provocó un retroceso en los consumos en dólares, que pasaron desde casi u$s 400 millones de stock a comienzos de año, a los u$s 229 millones en el mes de mayo. A partir de allí la serie histórica registra incrementos que tocarían un récord para el año en febrero de 2015 con un promedio para el mes de u$s 392 millones.
La cautela del BCRA en la depreciación de la moneda con una apreciación del peso en términos reales ha generado un incremento en los consumos, ya que resulta más fácil comprar en dólares", sostienen en la City. "También hay que pensar que la expectativa de una corrección en el tipo de cabio después de las elecciones genera incentivos extra a consumir".
Por otro lado, una ronda de consultas entre los analistas de la City arroja otros dos elementos a considerar como impulsores de este fenómeno. Por un lado, la estabilidad del mercado paralelo que se obtuvo después de la ola de controles y allanamientos en la City porteña, y que ha generado nuevamente la idea en muchos ahorristas y turistas sobre las virtudes de utilizar el dólar tarjeta como un reaseguro ante las variaciones del tipo de cambio y conservar los dólares billete.
Por otro, al atraso cambiario explicaría, en gran medida, la posibilidad creciente de un sector de la sociedad que ve oportunidades en pagar los paquetes turísticos en pesos al tipo de cambio turista y utilizar la tarjeta para realizar las compras en dólares en el exterior o vía Internet. En este sentido, mientras la evolución del peso marcó una depreciación para el último año apenas por encima del 1% mensual, la inflación se ubicó para las consultoras privadas prácticamente en el doble. En esta misma línea, mientras el dólar tarjeta presenta una cotización que hoy es de $ 12,17, ya que a la cotización oficial de $ 9,02 debe sumársele el recargo del 35% a cuenta de Ganancias, el tipo de cambio paralelo se estabilizó y en las últimas semanas incluso se ubicó en los $ 12,60, lo que marca la diferencia que los turistas pretenden conservar.
Según comentan entre las agencias de viaje, existe una cantidad importante de viajeros que decidieron aprovechar los descuentos en las tarifas aéreas (por la baja en el precio del petróleo) y eso lleva a que una parte del gasto en el exterior lo enfrenten con tarjeta de crédito, si bien sostienen también que aún persisten los recaudos de quienes prefieren ser cautelosos con las tarjetas "porque la AFIP cruza información todo el tiempo". Por esa razón, "se vuelve a buscar billetes en el mercado paralelo para realizar compras en el exterior sin preocuparse por la diferencia cambiaria", dicen.
Para algunos, esta demanda estacional de los dólares en el mercado informal es lo que hoy le pone un piso al tipo de cambio paralelo a pesar de la fuerte vigilancia oficial. (El Cronista)